Blas Jesús Muñoz. Parece claro que #TodoLoQueHueleaIncienso es susceptible de recibir algún tipo de "golpe" consistorial, ya sea con la amenaza de una tasa, de la seguridad o por la vía del enfado el día en que a la Alcaldesa decidió mostrarse en público para conciliar y, su Primer Teniente, la recriminaba en una conocida red social.
Aquello resultó ser un mero brindis al sol o, a tenor de cuanto ha sobrevenido, un aviso esclarecedor. Una señal de alarma que, en la antesala de las celebraciones navideñas tomaba carta de naturaleza con la retirada de la subvención directa a entidades estrechamente relacionadas con la Iglesia que, curiosamente, realizan una mas que encomiable labor asistencial.
Una de las instituciones que "cayeron en desgracia" fue la Asociación Española Contra el Cáncer. Sobra explicar la labor que la misma desempeña. Lo que no está tan claro es el motivo o motivos que ha llevado al gobierno municipal a golpear en dos ocasiones consecutivas y contundentes a esta organización.
Si en la primera oportunidad fue la subvención directa, en la segunda, de modo indirecto, se causa un daño mayor. La retirada de fondos destinados a la tauromaquia en la ciudad repercute frontalmente en el Festival Benéfico que esta asociación realiza anualmente para recaudar fondos. A los tres millones de las antiguas pesetas que ya no recibirá habría que sumar lo que perderá en caso de que el citado Festival no llegue a realizarse por falta de recursos. Las cifras superarían los doscientos mil euros. Una cantidad nada desdeñable que deja en precario a la organización.
Los interrogantes son múltiples, sin bien al cofrade habrá que otorgarle el beneficio de la duda. La respuesta tras la primera medida del Consistorio fue rápida y comprometida, especialmente en el caso de la Fundación Bangassou. Si bien ni los recursos de las hermandades son ilimitados ni se abordó el problema de un modo integral.