Blas J. Muñoz. Como les hemos recordado en alguna ocasión precedente, las campañas electorales en algunas de nuestras corporaciones dejan plataformas de las candidaturas en redes sociales, programas electorales en toda regla e, incluso, promesas que no siempre se llegan a cumplir.
"Esta Candidatura, como todas las que la han precedido y conformado las distintas Juntas de Gobierno, no le gusta los cambios en los equipos de capataces, motivo por el cual, es compromiso imperecedero, fuerte y sólido el mantener en sus puestos, si ellos lo estiman a bien (que seguro que es así), y por orden de antigüedad a Don Rafael Muñoz y a Don Vicente Mengual, los cuales seguirán al frente de los correspondientes martillos de la Cuadrilla de la Hermandad de La Paz".
Esta afirmación y/o promesa electoral se contenía en el programa con que se presentaba a las elecciones de la Hermandad de la Paz, su actual máximo regente, Enrique Aguilar Amil. No hizo falta demasiado tiempo de mandato (alrededor de un año) para comprobar que, aunque uno de sus capataces probablemente no lo estimase a bien (Rafael Muñoz) era cesado en el cargo.
El hecho de que a dicha candidatura no le gustaran los cambios, suponemos que no debió pesar para tomar tal decisión, si bien no parece menos cierto que la corporación de Capuchinos considera una sola a la "Cuadrilla de la Hermandad de La Paz", puesto que sus dirigentes decidían nombrar a un capataz titular de la misma, Vicente Mengual. Toda vez que, según hemos podido saber ha habido algún costalero que ha emigrado de las trabajaderas del Señor Humilde a las de la Paloma de Capuchinos en 2016.
¿Promesa incumplida? ¿Cumplimiento con matices? ¿Una sola cuadrilla? ¿Un sólo capataz?