Después de ver, escuchar y leer lo que se está cocinando en este mundillo de las cofradías, se te vienen a la memoria aquellos versos que estudiábamos allá por nuestros años de docencia de la E.G.B y B.U.P., de Gustavo Adolfo Bécquer, de volverán las oscuras golondrinas. Reconozco que siempre me gusto este poeta y más aún sus versos enamorados.
Y así es como catálogo a una serie de cofrades que me han recordado aquellas fechas de mis comienzos cofrades junto a ellos. Gente honrada, sincera, llena de buenos sentimientos para todo aquel que comenzaba a intentar o querer ser un simple costalero, o algo mejor ser cofrade. Con unos valores los cuáles este tipo de personas nos inculcaron cada noche que nos juntábamos para ensayar o echar un rato de tertulia cofrade, después de los ensayos.
O a recordar con la ilusión que íbamos a por nuestra papeleta de sitio, o a recoger esa túnica con la cual íbamos a realizar Estación de Penitencia. Aquel grupo de amigos, si de amigos, que nos juntábamos casi todos en un mismo sector tras el Señor de la Oración en el Huerto. Nuestras túnicas verdes, cíngulo blanco franciscano y cubre rostro, blanco. Nuestros guantes del mismo color y locos todos porque se abrieran las puertas de aquel cancel franciscano.
O aquellas estaciones de penitencia de nazareno en otras hermandades de las cuales siempre disfrute y disfrutábamos con esos otros nazarenos que sólo veíamos y tal vez de año en año. Recuerdo las túnicas de la hermandad del Huerto, o la azulgrana del Buen Suceso de raso brillante, o la túnica majestuosa por aquellos años del Señor de la Caridad con la casulla con la que íbamos mi amigo Antonio y yo, como los maceros de los Reyes Católicos, o luego unos años más tarde la blanca del silencio blanco o la negra del Santo Sepulcro.
Como aquellos versos que decían “y otra vez a la tarde aún más hermosas sus flores abrirán”, cuando nuestras tardes se iluminan aún más de ese cielo azul y cuando los rayos del rey Sol comienzan a calentar cada día más, el azahar empieza a asomar sus primeros detalles para anunciar que está aquí ya. Que sólo restan días para empezar a disfrutar de esto que nos mueve con tanta ilusión, sean nazarenos, sean acólitos, sean esclavinas o roquetes, sean costaleros, sean capataces, sean músicos o sean penitentes que está llamando a la puerta de cada uno de nosotros la Semana de la Pasión de Cristo.
Aparte de vivir la festividad como fiesta que también lo es, sean católicos de verdad y vívanla como se merece el hecho de ir a la S.I.C. Disfruten de cada instante como si fuese el último, vivan con verdadero sentido cristiano esta semana.
La otra noche decía un exaltador de su Virgen de la Candelaria, que sean humildes y sinceros en sus formas y maneras, que aprendan de aquellas generaciones que nos enseñaron de esa manera tan preciosa a querer ser costalero, nazareno o mantilla. Como decía el pregonero del costalero de la ciudad de Córdoba, manifiesten su bendita locura de pasear los pasos. Estamos locos por pasear al Hijo de Dios y su Madre Bendita. Recordando aquellos años en los cuáles disfruto tanto por la unión que había entre unos y otros. Dejemos a un lado las rencillas y los malos rollos, eso se los dejamos a ciertos programas televisivos y a ciertos señores que dicen querer representar a unos votantes sean a nivel nacional, regional o local. Seamos solidarios con el necesitado y comprensivo con aquel que su poco raciocinio no le da para entender nuestra bendita locura.
Vamos a poner todos de nuestra parte para demostrar de verdad, lo que somos, porque somos y porque lo hacemos, sin importarnos lo que otros dirán. Somos unos enamorados de esta locura de ser cofrade y vamos a pregonarlo como sabemos, realizando una verdadera Estación de Penitencia. Recuerden que yo por ti, cofrade, lo defenderé a pesar de los continuos insultos y falsos testimonios. No le demos motivos a estos que no creen, para que se puedan jactar más aún de este grupo innumerable de enamorados de las hermandades y su Semana Santa.
Echemos nos a la calle a demostrar lo que es devoción, amor, esperanza, oración, caridad, solidaridad, tolerancia, igualdad, sacrificio, resignación, perdón, piedad, etc., que estará englobado todo en la Misericordia del Señor. Cuenten los días que nos quedan ya sólo quince para empezar a disfrutar. Sean felices e irradien esa felicidad a los que les cuesta trabajo darse cuenta o no quieran serlo. Sean románticos como los versos de Bécquer.
Pachi Giraldo
Pd.- Hay un cartel de Semana Santa, el de Gente de Paz, con un fin solidario que es una auténtica manifestación de fe. Sólo por 2€ ayudamos a la Fundación Bangassou y enseñamos y mostramos que sabemos rezar no sólo de rodillas, sino con un costal y una faja.