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viernes, 4 de marzo de 2016

De cerca con Rafael Giraldo: "Para mí siempre será Curro, el que está por encima del resto"‏


Blas Jesús Muñoz. Capataz de la cuadrilla del palio de la Virgen de la Estrella y segundo con Antonio Jesús Ortega al frente del Misterio del Buen Suceso, la figura de Rafael Giraldo es la de uno de los capataces en alza de la Córdoba cofrade.

Tras una Semana Santa en que ha brillado con luz propia, gracias al magnífico andar de sus costaleros, conversamos con Rafael tanto sobre el mundo del costal como acerca de las cofradías en general. Disfruten.

Para quienes no conocen a Rafa Giraldo, ¿cómo se define?

Soy un cofrade, apasionado de la Semana Santa en general, me gustan y respeto todos los estilos dentro de ella, amigo de mis amigos y siempre dispuesto a ayudar en lo que se me requiera. Pertenezco a las hermandades de La Estrella, La Paz y el Buen Suceso.

Es hermano de La Estrella, ¿con qué recuerdos se queda?

La verdad, es que llevo toda la vida siendo hermano de la Estrella y creo que es una hermandad en la que he crecido en años al ritmo en que la misma ha crecido en titulares, patrimonio y estatus cofrade, todos mis años en La Estrella, son momentos irrepetibles, es difícil coincidir en el tiempo, con una hermandad que en tu niñez, sólo posea una titular y que crezca a la vez de tu persona, creo que es único lo que yo he vivido y todos los días son un recuerdo, es pura magia, el ser de La Estrella.

Dentro de su trayectoria relacionado con el mundo del costal. ¿Cuáles son los aspectos que destacaría?

He tenido la suerte de disfrutar del costal desde niño, ya que recuerdo ir a los ensayos de Las Lagrimas, junto a mi hermano, y vivir esos momentos que se te quedan grabados en la mente y te hacen soñar con salir de costalero. Al cabo del tiempo, con algunos años más, me estrené con 14 años en la cuadrilla de La Santa Cruz, que sacó Curro en la Hermandad del Huerto y en la cual me prendieron el "Veneno" del costal que aún perdura... En cuadrillas de penitencia, a partir de los 18 años, salí en Las Penas de Santiago, en la cuadrilla de Javier Romero, en el Mayor Dolor, con Manolo Ramírez, en el Sepulcro, con Curro y en Redención, con Juan Rodríguez, que es dónde me retiré por una lesión, también pude ser los pies de vírgenes de gloria, tuve la suerte de sacar El Socorro y La Virgen de la Cabeza. Todo un honor haber "paseado" y haber disfrutado tantos años bajo las trabajaderas con estos Sagrados Titulares.

Llega a convertirse en capataz de la mano de Fernando Morillo. ¿Cómo valora esta faceta?

Fernando es un excepcional capataz, nuestra ciudad le debe muchísimo, su trayectoria lo avala. Me transmitió unos valores de lo que es este trabajo, la base de todo, que es una buena igualá, la cultura por una buena herramienta de trabajo para el costalero, que es la ropa y el hacérsela y ponérsela correctamente y el orden y la disciplina bajo un paso, el control milimétrico de todo cuanto rodea a un paso, hablar de Fernando, es sin duda hablar de un maestro. Es una persona de la cual aprendí muchísimo.

¿En qué otros capataces se ha mirado?

Creo que todo capataz que se ponga delante de un paso tiene un respeto y una admiración por mi parte. Es una grandísima responsabilidad la que llevamos y es admirable el trabajo de la gente que se pone delante de un paso. De los que no he conocido, evidentemente creo que para mi hay uno que destaca por encima del resto, que es Manolo Santiago, en cuanto a los que sí he conocido, evidentemente las sagas cordobesas cómo la de Los Sáez o Rafael Muñoz, que son los que de verdad se curraron el cambio de cuadrillas profesionales a hermanos costaleros y nos facilitaron mucho el trabajo a las generaciones venideras, esos eran tiempos duros. De los que tuve la suerte de trabajar con ellos y recibir su "maestría", todos me aportaron algo, si tengo que destacar alguna cualidad, lo haría a Curro, con su técnica y su carisma, es un lujo trabajar con él, Javier Romero, su inigualable estilo, todo un crack y Juan su capacidad de manejar el grupo y su cercanía y apoyo cuando me designaron Capataz de La Estrella.

Cómo recuerda la primera salida de La Estrella

Pues la verdad, simplemente mágica, es el sueño de un niño hecho realidad, tantos años dejándola atrás, mirándola al salir de la iglesia cuando salía Redención, sales a "pasear" a tu Señor y te la dejas a ella atrás, es una mezcla de sentimientos indescriptible, y por fin llegó el día. Córdoba iba a ver a La Estrella en la calle, hay una cosa que me causó tremendo impacto y era el ver al público no cofrade, al que simplemente se pone en las aceras, esperando el paso de las procesiones, impactado por la belleza sublime de mi Virgen, oír los comentarios de admiración a su paso...es espectacular el verla, Ella, lo ilumina todo... Impresionante.

De su labor al frente de la cuadrilla de la Estrella, ¿Qué destacaría?

Pues, la verdad, es que he tenido el privilegio de poder moldear y dar forma a una cuadrilla, cosa que es muy difícil, pues hoy día, cuando un capataz aterriza en una cuadrilla, ya tiene vicios adquiridos, esto, ha hecho que esto sea lo que nos diferencie a día de hoy de otras, hemos realizado un trabajo durante estos años, dónde hemos fusionado lo devocional con la afición, dándole un estilo definido al andar al palio y dotando el mismo de un sentido a nivel de concepto y de idea de paso, es un palio "De Barrio", con una elegancia "Sublime". Todo ello, ha resultado más fácil, pues sin duda tengo una gran ventaja sobre otros compañeros, no tengo una cuadrilla normal, Mi Estrella, me reservó a la mejor de todas y además me regaló al mejor equipo posible para que fuera conmigo.

También forma parte del equipo de capataces de Antonio Jesús Ortega en el misterio del Buen Suceso. ¿Qué destacaría de esa faceta?

La verdad, de esta faceta de mi vida lo destacaría todo, es un tremendo acierto, me he encontrado con un gran amigo y hemos formado una simbiosis perfecta, junto con el resto del equipo, todo es bueno allí, un ambiente extraordinario, el trabajo que estamos desarrollando va en proceso evolutivo y los resultados, saltan a la vista, creo que el Señor del Buen Suceso, ha realizado una grandísima salida en este 2015 y estoy muy orgulloso de mi gente de San Andrés. Me encuentro muy a gusto, con el equipo y, cómo no, con el pedazo de cuadrilla que alli tenemos, magnífica, una gente encantadora, que hace que el llegar a San Andrés hace dos años, haya sido llegar a mi casa.

Hay una sensación acerca del auge del mundo del costal. ¿Qué sensaciones tiene a ese respecto?

Pues es evidente que es así, hoy día hay muchísima afición y hay mucha gente que sale en diversos pasos, pero hay que ir con sumo cuidado, los capataces, debemos de saber transmitir a la gente que llega, que esto no es un deporte, que somos cristianos y que esto es "pasear" a Dios y a su Bendita Madre. A la vez de enseñarles técnica y otras facetas internas del trabajo a desarrollar, debemos de recalcar los valores cristianos y hacer ver a todos a lo que se viene aquí. Esto debe quedar muy claro y enseñarles que aquí sólo hay un protagonista y que los demás estamos de paso.

Cuáles son los valores fundamentales que debe tener un costalero

Para mi, debe ser humilde, debe de ser compañero, debe de ser obediente y debe saber cual es su papel bajo un paso, el mejor costalero, no es el que técnica o fisicamente sea mejor, eso tiene importancia, pero no es vital, para mí, el mejor costalero es el que tiene la capacidad de engrandecer a los que lleva alrededor.

¿Y un capataz?

El Capataz, claramente debe ser humilde, responsable de su gente, cercano y con un punto de carácter, importante también el que el capataz, sea capaz de tener claro que tiene que seguir aprendiendo y mejorando a diario, aquel que se cree que lo sabe todo o que ya no hay nada más que aprender, desde mi punto de vista, está equivocado. Tener claro que nosotros estamos al servicio total de la cofradía y hay que saber que estamos de paso y que lo más grande que podemos conseguir, es poder transmitir unos valores que perduren en el tiempo, que la gente de abajo que trabaje contigo, sea capaz de recibir de ti, algo que se les quede para el resto de su vida, tú eres una persona muy importante para ellos y estás presente en sus momentos de privilegio, debes de tener ese don, de transmitirle ese legado de lo que "es salir de costalero" es sin duda el mayor privilegio del mundo.

De la pasada semana santa, a qué capataces destacaría

Creo que el nivel de los capataces de Córdoba es bueno en lineas generales y además en alza constante desde unos años aquí, para mi, hay uno que sobresale sobre los demás, lleva muchos años, haciendo lo que comentaba antes, dándonos un sentido a los de abajo, es una persona que me enseñó mucho y que además de poder ir bajo su mando, también tuve el privilegio de ir varios años, junto a él cómo costalero, con lo cual mi admiración hacia su persona es grande. Para mí siempre será Curro, el que está por encima del resto.

¿Hay pasos en Córdoba que anden mal?

Yo no diría eso, pero si creo que hay pasos que podrían y que deberían andar mejor de lo que lo hacen y cuidar más los detalles, en los detalles, está la calidad. Hay capacidad de mejora todavía en nuestra ciudad, debemos de ser auto exigentes y seguir creciendo, creciendo nosotros, crece nuestra Semana Santa. Hay que seguir trabajando día a día en este sentido.

¿Qué le falta y qué le sobra al mundo de abajo?

Yo creo que en general no se puede medir a todo el mundo igual, se castiga mucho a la figura del costalero y es verdad que hay casos en que se cruzan los limites, pero que en general, el costalero es muy consciente de lo que debe ser su trabajo y a qué viene. Sí hay casos de gente que le falta humildad y capacidad de sacrificio, le falta compañerismo y le sobra protagonismo y egocentrismo... Verdaderamente hay personajes bajo las trabajaderas que se creen que son demasiado buenos y no hay ningún costalero por bueno que sea que saque el paso sólo, necesita una cuadrilla completa para sacarlo.

Y a la Semana Santa

Creo que, al igual que en el mundo de los costaleros, nuestro mundo está en manos de personas muy egocéntricas en general, con poco talante de dialogo, creo que le falta una cosa muy importante en general a las cofradías y es el respeto a los mayores, el saber de dónde vienen las cofradías y cómo han llegado aquí, debemos de tener memoria y honrar a la gente que estuvo y que trabajó anteriormente y darle un sitio, su sitio a los que con su trabajo hicieron posible nuestras ilusiones. 

Y otra cosa que le falta para dar un salto de calidad importante a nuestra Semana Santa es comprender que hay que acompañar a nuestros titulares haciendo Estación de Penitencia, alumbrando al Señor y a la Virgen el día que Ellos salen a la calle y no cómo meros espectadores, debemos de cambiar esto de inmediato para de verdad subir el nivel de nuestra ciudad, esto es una carencia importantísima en nuestra semana mayor.

Durante estos últimos tiempos ha habido muchos cambios en torno al llamador. ¿Cual es su opinión?

Creo que la figura de un capataz, es muy importante en el organigrama de una hermandad y creo que algo muy serio, no creo que los cambios por capricho o por temas personales  sean buenos para nuestros pasos. Para el cese de un capataz, debe haber temas de peso, técnicos, de comportamiento o por una falta importante del mismo, esto es lo único que debe de imperar para un cambio, de hecho, los cambios por capricho o por rencillas personales, repercuten luego de lleno en las mismas cuadrillas.

¿Le han ofrecido algún martillo que haya rechazado?

En mi trayectoria cómo capataz, he rechazado ya dos martillos en la provincia de Córdoba, en dos grandes hermandades y con categoría, pero creo que para ponerse un traje negro, también hay que tener claro que hay que tener una involucración en ese proyecto y en esa hermandad, en los momentos que me los han ofrecido, el último hace unos meses, no eran momentos idóneos para mi. La verdad que mi agradecimiento hacia estas hermandades es total. Es un auténtico honor para mi pensar que yo, sería la persona ideal para poner su bien más preciado bajo mi responsabilidad. 

Un recuerdo cómo costalero

Cualquier chicotá, creo que el hecho de llevar a Dios y a Su Madre, es digno de mención... Si tengo que elegir algunas, indudablemente, la primera chicotá de Redención, el sacar por primera vez al Señor a la calle, tras el año que nos llovió, fue totalmente mágico y el caminar con el Señor del Sepulcro por el interior de la Catedral, es algo que también se queda en nuestra retina de por vida, esa madera crujiendo ese rezo callado..., y cómo no, las chicotás de regusto con el Señor de Santiago, simplemente maravillosas o la sobriedad de la Señora del Mayor Dolor de San Lorenzo, con esas marchas de categoría dónde uno va forjándose en las peleas duras con pocos peones bajo Ella, "momentos", que me enriquezeran de por vida... "Que privilegio más bonito es ser y sentirse costalero".

Y cómo capataz

La salida de La Estrella por primera vez, en el 2009. La Chicotá de salida de Las Esclavas en la Salida Extraordinaria de 2011 de La Estrella, impresionante. El caminar exquisito del palio de La Estrella en este 2015, y el placer de llevar al Señor del Buen Suceso en el interior de la Catedral el pasado Martes Santo...increíble, también este momento.

Un reto

Poder seguir teniendo esta ilusión en el día a día de una cuadrilla, por aprender, por mejorar constantemente, por no conformarme con lo bueno y querer tener lo mejor y ser los mejores, por tener la claridad y el verbo para poder transmitir a mi cuadrilla lo bonito, lo maravilloso, lo extraordinario que es este oficio, lo inigualable que es salir bajo un paso, el privilegio infinito de ser elegidos de Dios y de La Virgen, el poder ser en definitiva "sembrador de sueños"...



Fotografía de Fran Ureña








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