Blas J. Muñoz. Como les informábamos en Gente de Paz, el
pasado viernes 11, la Hermandad de las Penas de Santiago organizaba un
Vía Crucis que ya pasa a formar parte de los anales de su más que
dilatada historia. De tal manera que la imponente Imagen del primitivo
Crucificado de la Semana Santa de Córdoba era portado por sus fieles
costaleros hasta templos más que significados para la corporación de
Santiago.
En el ejercicio piadoso se pudieron contemplar estampas
irrepetibles y emocionantes. Una de las mismas no era otra que la del
Cristo de las Penas con el trasfondo de urna de los Santos Mártires en
San Pedro. Sentimiento e historia de Córdoba en estado natural que
ofreció a los presentes una oportunidad de las que suceden en contadas
ocasiones.
Pero hubo más. La llegada al Carmen de Puerta Nueva de la
Imagen recordaba a los orígenes mismos de las cofradías cordobesas como
el nacimiento de la Cofradía del Santo Sepulcro y que siglos más tarde
vería como el oratorio acogía a las veneradas devociones del Domingo de
Ramos.
Recogimiento que reinó en la ermita del Socorro cuando el
Cristo de la Córdoba primigenia se adentrara en los muros donde lo
aguardaba la Alcaldesa Perpetua de Córdoba. Todo ello para mostrarnos
estampas para la historia de las Penas de Santiago.
Fotos Jesús Caparrós
Recordatorio La fidelidad de los costaleros de las Penas