Blas J. Muñoz. El nuevo romano que engrosa el misterio de
Nuestro Padre Jesús de la Redención ya es una feliz realidad que se
halla, además, dispuesto sobre su paso. Hablamos con su autor, Miguel
Ángel González Jurado, quien ha incorporado esta nueva obra al misterio
al que ya diera forma en los años noventa. Y nos encontramos ante un
imaginero maduro, con las ideas claras y unos conocimientos afianzado
por una trayectoria y apertura al conocimiento dignos de mención.
"El romano tiene una textura muy valiente, a la que los
años me han permitido atreverme" -señala González Jurado-.
Contraponiendo esta evolución artística y conceptual a sus primeras
imágenes de la recién concluida. De tal manera que explica que dosis
primeras obras so de un "corte más apolíneo, con una carga de nobleza en
los rostros. Podrían caracterizarse, incluso, más como emperadores",
afirmando que "en esta pieza, quizá, junto a la del Buen Suceso, hago
un tipo de escultura de un carácter más rudo. Más en la línea de lo que
entendemos por gusto cofrade".
Respecto a la policromía, el imaginero no duda en señalar
que es "propia e los misterios clásicos que he visto y recuerdo, desde
siempre". Sobre la misma, no duda en señalar que "dará un resultado
buenísimo a la luz del día. Por la forma en que incide la luz sobre este
tipo de superficie, así tratada".
Una pieza, por tanto, que no viene a sustituir a la
anterior del propio autor, sino que añade una interesante riqueza de
matices a la escena que compone el misterio de Redención. El cual ha
sido modificado en su disposición, de cara a la estación de penitencia
del Lunes Santo.
@BlasjmPriego
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