Juan Pérez. Hay gestos que hablan por si solos de la grandeza de las hermandades y de lo que contribuyen y el bien que hacen a una sociedad que las necesita más que nunca. Tenemos que mirar nada más que un poco a nuestro alrededor para ver como actúan las bolsas de caridad de tantas cofradías y el bien que hacen.
Hay tantos ejemplos que causa apuro enumerarlos, pero baste recordar el proyecto de la construcción de la nueva casa de hermandad de Los Gitanos que está pensado para los hermanos que están pasando por serias dificultades económicas y a los que se ayuda con un trabajo y esto va mucho más allá de una ayuda puntual.
Otro gesto más simbólico que acaba de ser anunciado es el de la Hermandad del Rocío del Cerro. Al principio de su camino a la Marisma su Carreta parará en el Hospital Virgen del Rocío para compartir unos momentos con los niños enfermos que están allí hospitalizados. Un acto que engrandece a la hermandad y que llevará a estos pequeños la alegría y la esperanza que tanto necesitan. Y eso no se paga con dinero.
Recordatorio Nueva adquisición en la Hdad. del Rocío de Huelva
