Juan Pérez. La Milagrosa, la cofradía de Ciudad Jardín es
ya desde hace meses Hermandad de Penitencia. Así la erigía el Arzobispo
de Sevilla haciéndose eco del pulso de una corporación que, en menos de
una década, ha calado muy hondo en su barrio y en caso de mantener la
proporción de hermanos que lleva se convertirá pronto en uno de los
referentes de Sevilla.
No es una afirmación a la ligera, créanme. El Sábado de
Pasión quedaba demostrado cuando la corporación salió a la calle con 575
papeletas de sitio emitidas. Ahí es nada. Demostrandola aceptación y el
crecimiento que la, ahora ya Heermandad, ha experimentado en apenas
ocho años. Datos que invitan a un optimismo sin fisuras.
Otro de los detalles que demuestran la enorme perspectiva
de la cofradía fueron las palabras que recibieron los representantes de
la misma en la Catedral Metropolitana el Miércoles Santo, cuando
acompañaban a la Hermandad de La Sed. Delante del Hermano Mayor de esta
última, Asenjo les dijo a los miembros de La Milagrosa que no quería
dejar su Ministerio en Sevilla sin ver a la Hermandad entrar en la
Catedral.
Unas palabras que no son simbólicas, sino el reflejo del
nivel que esta alcanzando la jovencísima hermandad y que la esta
convirtiendo en el futuro mismo de Sevilla para acometer la renovación
que tanta falta le hace.