Juan Pérez. La pasada Semana Santa dejó vídeos circulando por los chats de whatsapp, cuentas de Facebook y Twitter en los que se comprobaba que hasta el mejor capataz tiene un borrón en su currículo o un despiste, como se quiera ver. Y así vimos al Señor de Sevilla golpeando con el zanco delantero derecho un pivote.
Más llamativo fue el caso del Nicodemo de las Cinco Llagas que golpeó contra la piedra del arco cuando parecía que todo el mundo lo veía venir menos los Villanueva, pero son cosas que pasan y hasta los más grandes capataces de Sevilla tienen un renglón no derecho del todo.
Hasta Antonio Santiago lo reconocía con el paso de Misterio del Porvenir y el sonido de la banda que no dejaba escuchar su voz de mando a los gladiadores. "Para mí darle un porrazo a un paso es como clavarme un puñal en el corazón, lo paso mal y más en esta mi hermandad, y más cuando habíamos tenido reuniones para evitar esto".
Antonio es claro, no se ha tapado de nadie ni antes ni después de que lo destituyeran porque es la obligación del capataz explicarlo y por eso en la ya famosa entrevista con que rompía su silencio reconoce que "no me enfrenté a nadie, simplemente dije que esto no era lo que habíamos hablado. De hecho, le he referido esto al hermano mayor y me contestó que yo llevaba razón".