Juan Pérez. El Día de San Fernando el Ayuntamiento entregaba de forma ceremoniosa la Medalla de Oro de Sevilla a las cofradías del Buen Fin, Torreblanca y Cachorro como reconocimiento a la gran labor que realizan y eso sin hablar de la gran devoción que arrastran.
Ha pasado algo más de una semana y Nuestra Señora del Patrocinio ya luce esa Medalla en su pecho, junto al corazón de la Madre que mira al Cristo de la Expiración y que cada verano da calor a los niños bielorrusos que van a verla porque Ella quiere que estén en Sevilla.
En las imágenes que ha publicado la corporación de Triana, la Virgen sonríe y no por su Medalla, sino porque esa condecoración la merecen esos niños que en unos días estarán en Triana y harán que brille más su sonrisa que cualquier premio, pero qué bonita está la Virgen.