Juan Pérez/Blas J. Muñoz. Hace ahora un año, cuando les contábamos que
uno de los deseos más arraigados en el seno de la corporación del
Viernes de Dolores es -o era- la de realizar estación de penitencia en
la Basílica de la Macarena, de forma excepcional, culminando así los
actos de hermanamiento con la corporación de San Gil.
Al
no producirse en 2016, la corporación no cumplía con un sueño y un
deseo acariciado durante bastante tiempo y que, en palabras de su
Hermano Mayor, Ramón Borreguero un mes antes de aquella fecha de junio de
2015, manifestaba que no era incompatible con el hecho de acudir a la
Catedral y así culminar los actos de hermanamiento.
Tras
la celebración del Cabildo de Hermanos del 8 de junio de las palabras
de Borreguero son ostensiblemente distintas: "Que quede clara una cosa,
mientras yo sea Hermano Mayor, no vamos a ir de forma extraordinaria a
la Macarena". Hecho que ha indignado a los hermanos que estuvieron
presentes en dicho Cabildo.
Pasado el tiempo,
procesionar hasta las inmediaciones de San Gil se ha convertido en una
quimera. Uno de los candidatos a presidir la cofradía del Viernes de
Dolores, Miguel A. D´Herbe, señalaba en una entreista a De Nazaret a
Sevilla que está "totalmente descartado. Somos hermanos honorarios de la
Macarena y es nuestra madrina, por ello mantendremos las buenas
relaciones, de hecho queremos estrecharlas aún más con la posibilidad de
realizar cultos u obras de caridad de manera conjunta. Pero nuestra
intención es mantener la estación de penitencia por el barrio".