Juan Pérez. Algunas hermandades hacen honor a su significado y se han convertido en baluarte y ejemplo de solidaridad para quienes más lo necesitan y, en el caso del Polígono de San Pablo, partiendo de sus propios hermanos a los que la ayuda es directa.
El primer ejemplo que llama la atención a la hora de poner de relieve consiste en que, por sexto año consecutivo la cofradía ha congelado la cuota anual que paga su nómina de hermanos. Un hecho que no se debe pasar por alto puesto que supone un aliciente económico digno de mención.
A esto hay que sumar que la cofradía ha anunciado que cierra el ejercicio doblando el presupuesto destinado a la caridad y atención a los hermanos. Y como publicaban en Twitter " una Hermandad son sus hermanos, esa atención a los mismos es su gran estreno. El incremento de patrimonio es importante pero secundario".