Niño, la semana pasada el hermano mayor de la Borriquita ha decidido bajarse de la misma y poner punto final a su segundo mandato por motivos personales cuando solamente ha pasado un año desde que había sido reelegido. Una pena, porque el hombre heredó una hermandad en una situación difícil y nos consta que ha intentado luchar mucho.
Pero es que, niño, la Borriquita es de esas cofradías en que la supervivencia en su actual sede es un desafío total pa cualquier junta que quiera hacerse cargo de la misma.
Opción: la que tantas veces hemos comentado muchos. Seguir el ejemplo de la Cena y llevarse los bártulos y a la borrica pa otro lado. ¡Es de cajón, niño!
Porque igual que es verdad que algunos barrios necesitan cofradías, lo es que hay cofradías que necesitan barrios. ¡Y déjate de crear cofradías por tuite o fasebuk con 10000 primos, niño de mi vida! ¡Que ya verás en cuántos os quedáis cuando empieces a cobrar cuotas! ¡Apadrina a la borrica! ¡Apadrínala, que buena falta le hace!
Julio el Tabernero