Suspira el querubín por quien pastorea recurriendo al victimismo por una situación creada por la lengua suelta de quien pastorea al que pastorea y al resto del rebaño. “Nobleza obliga” piensa, flotando entre nubes de incienso, aunque suspira creyendo que bastante han cuidarse de los lobos las ovejas como para tener que salir en defensa del pastor.
Suspira el ángel a altas horas de la madrugada por un martillo que algunos quieren que cambie de mano vendiendo como trueque acordado lo que oculta un golpe de estado. Suspira entristecido por unos tiempos en los que se valora más la teórica del discípulo que la experiencia del maestro que antaño era un valor añadido.
Suspira divertido el querubín por quienes juegan a periodista, sin escribir más de tres palabras juntas, gorjeando sin descanso lo que otros gorjearon. Suspira por quienes, incapaces de entender lo que es """un entrecomillado""", preparaban pancartas de apoyo para sumarse a una fiesta que nada tenía que ver con lo que malinterpretaron... hasta que borraron el tuit.
Joaquín de Sierra i Fabra