Guillermo Rodríguez. Continúan sucediéndose las reacciones a la propuesta de nueva Carrera Oficial para la Semana Santa de Córdoba, formulada por la Agrupación de Cofradías y remitida a los hermanos mayores de las diferentes corporaciones penitenciales, para su análisis y adecuada valoración. Si ayer recabábamos la opinión de Carlos Recio, Manuel Bonilla y Fernando Castro, hermanos mayores respectivamente de la Agonía, Cena y Perdón, esta mañana ha sido la Hermandad de la Paz, tras haber declinado hacer declaraciones a este medio, quien se ha pronunciado a través de un somero comunicado insertado en sus redes sociales.
El texto revela con absoluta nitidez la posición inequívoca de la corporación capuchina sobre el particular, mostrando su “apoyo al traslado de la Carrera Oficial facilitando hacer Estación de Penitencia al Templo Mayor Diocesano y ante el Santísimo”. Una posición que contrasta con más de siete décadas en los que la salida procesional de la hermandad franciscana ha adolecido de la ausencia de Estación de Penitencia ante Su Divina Majestad, lo que presume evidenciar una convicción en el presente equipo directivo de la que carecían sus predecesores. Un hecho que llama poderosamente la atención si tenemos en cuenta que el actual hermano mayor ha formado parte de sucesivas juntas de gobierno sin que la corporación hubiese dado pasos encaminados a recorrer un sendero coherente con lo que debe significar poner una cofradía en la calle. Una postura afirmativa que debería compaginarse con la adopción de las medidas precisas para que los retrasos sufridos por la Cofradía el pasado Miércoles Santo, no se vuelvan a repetir.
Con independencia de cuáles sean las espaldas en las que recaiga la responsabilidad de un cambio, que debe satisfacer a propios y extraños, lo cierto es que con la posición manifestada por la junta que preside Enrique Aguilar, se suma una nueva voz a favor de un proyecto, más allá de los matices que puedan ser aportados a posteriori, que ponen de manifiesto que la hipótesis de una futura Carrera Oficial, cuyo centro neurálgico se sitúe en la Santa Iglesia Catedral, parece ser más asequible a medida que pasan las horas y se van pronunciando los diferentes hermanos mayores. Queda por ver si este mensaje positivo viene acompañado de la generosidad imprescindible para asumir determinados sacrificios para alcanzar un bien común. El tiempo irá colocando cada pieza en su sitio.
