Barrio de San Lorenzo. Barrio de gentes cercanas, humildes, que atesora un inconfundible aroma a antaño, que guarda en su interior un rico patrimonio artístico-arquitectónico y que, sobre todo, respira un embriagador ambiente cofrade los trescientos sesenta y cinco días del año. Las cercanas feligresías de Santa María de Gracia (P.P. Trinitarios), María Auxiliadora o San Rafael, avalan este último dato; sedes que acogen numerosos actos y cultos por parte de las corporaciones que allí residen. No obstante, el templo que, por antonomasia, define a este castizo barrio es el de San Lorenzo, como no podría ser de otra forma.
Bautizada por algunos capillitas como 'la Catedral de las cofradías', la Iglesia fernandina de San Lorenzo es el epicentro, base fundamental, de la collación. Su sobrenombre deriva de la instauración de hasta tres hermandades penitenciales y una letífica en ella, amén de las diversas capillas que ofrece en honor a otras tallas no procesionales, como pueden ser la Virgen de los Remedios o la del Rosario o el Señor de las 'Penitas'. Erróneo sería incluir en esta última nómina a la Imagen de San Lorenzo, datada en el siglo XVIII, y que se halla en el altar mayor de la iglesia en cuestión.
Y es que la hermandad del Calvario viene organizando desde el pasado año 2015, una salida procesional con la antiquísima talla del Mártir; un acto que quisiera catalogarlo como necesario, pues ha servido para acercar al Santo de los pobres a los vecinos del barrio. Así mismo, esta procesión, que el presente año ha celebrado su segunda edición, ha propiciado que se haya dado un paso al frente hacia un auge del periodo de las Glorias en esta ciudad. Unas Glorias que han sido reforzadas en el último lustro con salidas, además, como las de la Asunción del Parque Figueroa o la de la Inmaculada Concepción del Alcázar Viejo.
Con la procesión de San Lorenzo de este miércoles pasado, se ha dado buena cuenta del fervor que se le profesa al Mártir en modo de asistencia de público y de engalanamiento de calles y plazas. De esta forma, esta cita con el Santo se ha convertido en fecha reseñable en el calendario cofradiero.
Antonio Botella
Foto Antonio Poyato