Guillermo Rodríguez. No cesa la polémica alrededor del último posicionamiento del obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández, en virtud de su apoyo a la iniciativa de los obispos de las diócesis de Alcalá de Henares y Getafe en contra de la ley promulgada por la Asamblea de Madrid de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación, en la que se incluye llevar a colegios públicos y privados estas medidas.
Si hace tan sólo unas horas la marca cordobesa de Podemos, Ganemos Córdoba, anunció medidas legales contra el pastor por un supuesto delito de odio hacia el colectivo homosexual tras las declaraciones realizadas por el Obispo de Córdoba a Infovaticana y tras sumarse el PSOE a las críticas al máximo dirigente de la Iglesia Católica de la ciudad califal por los mismos motivos que la formación morada, solicitando a la Fiscalía que actúe de oficio ante unas declaraciones que consideran homófobas y vergonzosas, ayer mismo fue el PP quien se unía a la censura contra sus palabras, condenando las declaraciones y el manifiesto firmado por Mons. Demetrio Fernández y sus homólogos de Alcalá de Henares y Getafe, mostrando su absoluto desacuerdo con lo reflejado en el documento.
Hace tan sólo unos minutos, la Agrupación de Cofradías de Córdoba se ha sumado a la vorágine de reacciones tomando partido por el máximo representante de la iglesia cordobesa a través de un comunicado en que el manifiesta su apoyo a "las apreciaciones del Obispo de Córdoba, pues consideramos que forman parte de sus funciones como referente religioso de la Diócesis de Córdoba" al tiempo que estiman que "dichas valoraciones se enmarcan en el magisterio de la Iglesia y que, como el propio Obispo afirma, van en consonancia con las directrices marcadas por el Papa".
Además, la Agrupación defiende en el citado comunicado "la facultad de D. Demetrio Fernández para expresarse libremente y rechazamos cualquier tipo de amenaza o linchamiento público en medios de comunicación y redes sociales que sólo intentan condicionar el ejercicio de un derecho propio y suprimir de la vida pública la opinión de la Iglesia y, por extensión, de todos los católicos".
Finalmente, el máximo organismo cofrade de la ciudad de San Rafael expresa su deseo de que "se retire cualquier tipo de campaña de desprestigio y de intimidación hacia nuestro Obispo, pues se pretende coartar la libertad de exteriorizar la idoneidad de una ley, tal como se hace en múltiples ámbitos de la vida democrática".
Un nuevo paso en una polémica que a la vista de las sucesivas reacciones, dista mucho de apaciguarse. Veremos quién protagoniza el siguiente capítulo.