Esther Mª Ojeda. A pesar de que en muchos casos sea prácticamente tan solo en Semana Santa cuando se nos presenta la oportunidad de observar de cerca el patrimonio artístico de nuestras hermandades, éstas se esfuerzan durante todo el año, tal y como lo llevan haciendo a lo largo de su historia, para prestar las atenciones necesarias a la conservación de todas y cada una de las piezas del valioso legado que ha llegado hasta sus manos. De modo que si, en tanto en cuanto las circunstancias lo permiten, las cofradías asumen su responsabilidad en cuanto al estado de los faldones, coronas o bocinas, por mencionar algunos, qué no harán cuando se tratan de los titulares sin los que todo perdería su sentido.
Por ello, la Junta de Gobierno de la cordobesa Pro-Hermandad de la O tras haber informado hace unas semanas de la retirada del culto de su titular para ser sometida a una restauración superficial que la ha mantenido fuera de la Parroquia Ntra. Sra. de la Aurora, donde tiene su sede ha comunicado a hermanos y devotos que su Madre ha regresado a casa. Cabe recordar que para realizar esta pequeña restauración, la corporación del barrio de Fátima ha puesto su confianza en las mismas manos que en 1994 tallasen a la Santísima Virgen y que no son otras que las del imaginero Antonio Bernal Redondo.
De este modo, la pro-hermandad se suma así a la lista de cofradías que han acometido un proyecto de esta índole tal y como ya hiciese la Hermandad de Jesús Caído hace unos meses con sus dos titulares o, sin ir más lejos, la de la Sagrada Cena que también procedió hace unas semanas a la retirada del culto de Nuestro Padre Jesús de la Fe con el fin de realizar un estudio sobre la talla en base al que adopar las medidas necesarias.