Jesús Fimia. El mes de septiembre ha comenzado y cargado de ilusión especialmente, para los hermanos de la jerezana Hermandad de la Buena Muerte que tras una década de exilio, regresan a su sede canónica la Iglesia Parroquial de Santiago. Las obras de este magnífico templo han durado prácticamente una década y hace poco reabrió sus puertas.
Durante este periodo de obras, la Hermandad de la Buena Muerte ha pasado el exilio en la vecina Basílica de Nuestra Señora de la Merced (Patrona de Jerez), realizando sus cultos y salida procesional desde dicho templo mercedario.
El traslado contará con dos pasos, uno en el que figurará el Dulce Nombre de Jesús y que será llevado por los jóvenes de la hermandad, y otro en el que figurarán el Cristo de la Buena Muerte, María Santísima del Dulce Nombre y San Juan Evangelista (todas tallas del sevillano Antonio Castillo Lacstruci) a modo de calvario.
El regreso tendrá lugar el próximo sábado 10 de septiembre y partirá desde la Basílica de la Merced a las 21:15 de la noche recorriendo el siguiente itinerario:
Basílica de la Merced, Plaza de Santa Isabel, Merced, Plaza de Santiago, Oliva, Plaza de los Ángeles, Plaza de San Juan, Chancillería, Porvera, Escuelas, Guadalete, Ponce, Ancha, Plaza de Santiago, Angostillo del Cristo de la Buena Muerte, Angostillo de Santiago y Parroquia de Santiago Apóstol.
La recogida tendrá lugar sobre las 00:30 de la madrugada y el paso del Dulce Nombre de Jesús irá acompañado por la Sección Musical de la Clemencia de Jerez.