Hace mucho tiempo viene circulando una imagen por Internet en el que dice "Que celebremos Halloween es como si en Wisconsin bajaran de romería por el Missisipi al Cristo de los Faroles" y no es errónea dada la situación actual.
Nos vemos consumidos por la globalización y la pérdida de valores que siempre ha tenido la población española, en la que el día 31, víspera de Todos los Santos, se preparaban o bien las flores, o se esperaba pacientemente al día siguiente, comiendo esos "huesos de santo" o buñuelos, antes de que esta moda americana aterrizara, al igual que Santa Claus, o Papa Noel, una celebración que también es ajena a nosotros.
Ahora, la Iglesia Católica, al igual que en la Contrarreforma, ve como esos valores en los que recordábamos a nuestros seres fallecidos se están perdiendo en favor de los disfraces de brujas, calaveras, hombres lobo, fantasmas y un largo etc, las casas se decoran con murciélagos... pero algunos se olvidan que en un Camposanto están esperando sus seres que supuestamente quieren sus flores y recuerdos.
La Contrarreforma eclesiástica se ve en forma de Holywins (La santidad vence), en la que en vez de disfrazarse de monstruos, invita a disfrazar de santos a niños en las diócesis de Cádiz y Ceuta. Quizás, se vean niños vestidos de angelitos, San José o la Santísima Virgen, pero, mientras no se inculquen estos valores desde los lugares de enseñanza, dudo mucho que triunfe la santidad.
Adrián Martín