Carlos Gómez. Vivimos tiempos en los que muchas cofradías han convertido en costumbre singularizar sus cultos para convertirlos en únicos e irrepetibles año tras año. Es el caso de los sucesivos rosarios realizados por diversas hermandades en los que las imágenes marianas rinden visita a conventos o a otras imágenes devocionales, o la recuperación de escenas casi olvidadas por el tiempo y el devenir de los acontecimientos.
Ocurrirá el próximo 8 de diciembre con la visita de María Santísima de la Esperanza a Santa Marina y ocurrirá precisamente el mismo día cuando la Reina de los Ángeles regrrese al Císter cumpliendo de esta manera, aunque solo sea por unos días, el sueño de muchos cofrades cordobeses que aún conservan en la memoria aquellos tiempos en que la Reina de los Ángeles era también la Reina del Císter.
La Corporación del Martes Santo. con motivo del XL aniversario fundacional de la Hermandad. celebrará entre los días 5 y 7 de diciembre un triduo en su hogar actual del convento de Capuchinos, a partir de las 20 horas qué será predicado por Fray Ricardo de Córdoba y Pedro Enrique Rivera. El día 8 se celebrará Solemne Función a las 11 horas en la Iglesia del Monasterio de la Inmaculada Concepción (vulgo Císter) ocupando la sagrada cátedra Fray Pedro Enrique Rivera Amorós, director espiritual de la Hermandad.
Previamente, la dolorosa se trasladará en andas a partir de las 8 horas, desde Capuchinos hasta el Císter, permaneciendo allí hasta el domingo día 11 de diciembre. Allí, en lugar que fue su hogar, la Reina de los Ángeles protagonizará un devoto besamanos que permitirá a propios y extraños alimentar la nostalgia con imágenes impagables que muchos imaginaban irrepetibles. Un regalo para la Córdoba Cofrade y otro momento para la historia que muchos tendremos la suerte de presenciar.