Carlos Gómez. La ciudad de Córdoba ha rendido pleitesía este miércoles, víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción, a la Pureza infinita de la Madre de Dios que encarna el Dogma de la Purísima, y lo ha hecho de la mano de sus jóvenes que un año más han acompañado a la Virgen desde el Barrio del Alcázar Viejo hasta la Santa Iglesia Catedral, lugar en el que ha presidido la Vigilia de la Inmaculada.
La Virgen ha comenzado su peregrinar desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz de San Basilio, a las 19 horas, recorriendo un itinerario que ha discurrido por Arco de Caballerizas, Amador de los Ríos, Torrijos, Cardenal Herrero y Puerta de Santa Catalina, por la que la Virgen se ha adentrado en el Templo Madre de la Iglesia de Córdoba.
A continuación, a las 20:30, comenzó la vigilia presidida por el Obispo de Córdoba, don Demetrio Fernández. Al finalizar la celebración, a las 22 horas, la imagen de la Virgen regresó a su parroquia a través de un recorrido de se desarrolló por Cardenal Herrero, Manríquez, Tomás Conde, Arco de Caballerizas, Postrera, Juan Pareja, Enmedio hasta llegar a su hogar de San Basilio.
La Banda Asociación Músico-Cultural Juan Mohedo de Montoro ha sido la encargada de poner el color musical al caminar de la Purísima Concepción, completando una noche con un sabor diferente bajo el incipiente frío de diciembre que ya comienza a dejarse notar en la noche cordobesa. Nuestro compañero Antonio Poyato ha querido ser testigo del acontecimiento del cual ha dejado constancia mediante esta excelente Crónica Gráfica.