Guillermo Rodríguez. Por más que se alcance la perfección en la hechura de un diseño y por más que el palio de la Esperanza Macarena pueda ser considerado como el paradigma de dicha perfección, toda obra de arte está sometida al inexorable discurrir del tiempo y precisa de los necesarios trabajos de restauración para que su adecuada conservación permita la protección de su integridad.
En el marco de la perfecta observancia de dicha premisa, la hermandad de San Gil suscribió hace unos meses el contrato de ejecución del fleco y la cordonería de las bambalinas de su paso de palio, “en el marco del minucioso proceso de restauración y puesta en valor de dichas caídas, proyecto como se sabe a cargo del prestigioso Taller Bordados Esperanza Elena S.L., y con vistas a su estreno en la Madrugada del Viernes Santo 2017”.
En el marco de la perfecta observancia de dicha premisa, la hermandad de San Gil suscribió hace unos meses el contrato de ejecución del fleco y la cordonería de las bambalinas de su paso de palio, “en el marco del minucioso proceso de restauración y puesta en valor de dichas caídas, proyecto como se sabe a cargo del prestigioso Taller Bordados Esperanza Elena S.L., y con vistas a su estreno en la Madrugada del Viernes Santo 2017”.
Un proceso para el cual, tal y como explicó detalladamente la corporación sevillana en su página web, está previsto el empleo de “fleco con malla de dos filas de enrejado y rematado por chorros de bellotas y caireles” así como “la presencia de cordones de palio rematados en sus extremos por borlas idénticas al modelo original propiedad de la Hermandad, los cuales se componen de esferas de madera noble y de chorros de bellotas y caireles cosidos a cada borla. Los cordones se fijarán con pasador de madera forrado en hilo liso de oro entrefino. Se espera que estos trabajos estén culminados y puestos a disposición de la Hermandad antes del fin de febrero de 2017".
