Carlos Gómez. El préstamo entre hermandades es un hecho recurrente que prolifera con cierta frecuencia en nuestra realidad cofrade. En ocasiones se trata de atributos que forma parte del guión procesional que nutren las carencias de otras hermandades con menores posibilidades económicas y en otras se trata de la prestación temporal de algún elemento del ajuar de una dolorosa para lo luzca otra entre cuyas hermandades existe un vínculo especial que se materializa en gestos cargados de simbolismo.
En esta ocasión ha sido un manto que pertenece al acervo patrimonial de Nuestra Señora de la Esperanza de Triana, que la corporación de la calle Pureza ha querido ceder a la Hermandad de las Aguas, para que embellezca aún más si cabe a María Santísima de Guadalupe, con motivo del besamanos que está protagonizando la dolorosa del Lunes Santo.
Por esta razón, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Capilla del Rosario ha querido agradecer públicamente un gesto que va más allá del mero préstamos para convertirse en símbolo de una relación que trasciende lo material para poner de manifiestola estrecha relación existente entre ambas corporaciones penitenciales.
Foto Hermandad de las Aguas
