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jueves, 19 de enero de 2017

Racheando: Más papistas que el Papa


Quizás tras la lectura del artículo de hoy, muchos se atrevan a llamarme mal católico o mal cofrade. Soy consciente de las múltiples críticas que me van a llover de un sector que a mi entender no hacen más que alejar de la Iglesia a las miradas más jóvenes, y no tan jóvenes, pero que tienen inquietudes e ideales más progresistas que ciertos sectores de nuestra fe.

Soy católico practicante y cofrade, dos cosas que no son lo mismo, pero cada vez que me acerco a rezar, o a una Eucaristía, veo a la misma gente o quizás a menos. Salvo en los cultos o misas especiales, las iglesias no se llenan como deberían, generaciones de personas están viendo como no son representadas por la Iglesia, pese a que el Dogma esta escrito para todos igual.

El Dogma de Fe en la Iglesia Católica es algo que todos debemos interpretar igual, si cada obispo, cada sacerdote o cada feligrés lo interpretamos de una manera, acabaremos viviendo una nueva reforma que llevará a alejar todavía más a las nuevas generaciones de la Casa del Padre, y mucha culpa la tiene la Iglesia por permitir usar su nombre a diversas asociaciones ultra conservadoras que no hacen más que lanzar piedras contra la sociedad en la que vivimos hoy en día.

Diversas plataformas en España, con las que yo he colaborado, se han posicionado en un espectro alejado totalmente de la sociedad, cuestionando incluso las palabras que el Santo Padre, cabeza y guía de nuestra Iglesia, muchas veces lanza ante los periodistas. Asociaciones que más que la defensa de la fe, se convierten en atacantes de las libertades de pensamiento político, anclados en un pasado, que aunque no es tan remoto, ha evolucionado hasta nuestros días.

Estas asociaciones hacen charlas antiabortistas que en vez de defender la vida y concienciar de ello, hablan de leyes estatales con las que no estamos de acuerdo en las formas, pero contra las que hay que luchar concienciando, no atacando. Charlas para "curar" la homosexualidad como si de una enfermedad se tratara, apoyados por sacerdotes o miembros de nuestra Iglesia, cuando la OMS hace ya tiempo dijo que la orientación sexual de cada persona no es una enfermedad.

Las Hermandades y Cofradías nacieron con conciencia evangelizadora, para que todo el mundo y no unos pocos, supieran las obras del Señor así como su Pasión, Muerte y Resurrección, acercando todo el año a los templos a todos los estamentos de la sociedad por igual, como hermanos, y dando igual su edad una vez recibido el sacramento del bautismo. Y mientras los cofrades hacemos esto, esas asociaciones con las declaraciones de otras épocas, alejan de tal manera a la gente que hasta dudan de la existencia del mismo Dios.

No es entrar en cuestiones políticas, ya que yo creo en la separación de la política y la religión, todos tenemos una opinión propia política, pero como católicos tenemos un guía al que no hacen o hacemos caso cuando habla muchas veces, como es Su Santidad el Papa, aún no estando totalmente de acuerdo con él, hay que obedecer sus mandatos ya solo por ser la cabeza de nuestra fe.

Cuánto daño hacen plataformas que confunden religión con política a nuestra Iglesia, y que poco lo quieren ver los miembros de la misma que las apoyan.

Adrián Martín


Foto Benito Álvarez



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