El próximo domingo día 22 de diciembre los
hermanos de la cofradía de las Angustias están llamados a las urnas.
Corresponde a los mismos aprobar –o no- la modificación de las Reglas de la
Hermandad a fin de trasladar la sede canónica corporativa a San Agustín.
Y yo no sé muy bien qué pensar. Francamente
veo lagunas en el plan. Es posible que, como me comentaba el otro día un amigo,
San Pablo no sea el sitio de la
Hermandad. Hasta ahí podemos coincidir. Lo que no tengo tan claro es que el sitio sea San Agustín. Sí, se fundó
allí en 1558 y durante casi 4 siglos (porque entre 1810 y 1815 la Hermandad se
trasladó a San Nicolás de la Villa con motivo de la ocupación de su templo por
las tropas francesas), concretamente hasta 1961, allí radicó.
Es cierto que la Real Iglesia de San Pablo
ha perdido muchos fieles en las últimas dos décadas. Lo ha hecho, sobre todo, a
favor de otros tres céntricos templos como son San Nicolás, San Hipólito o la
Compañía. Quizá los dos primeros han resultado beneficiados del “desplazamiento”
del centro de la ciudad hacia sus proximidades y, por su parte, El Salvador y
Santo Domingo de Silos resulta notablemente más acogedora desde su última
restauración. No obstante, cualquiera que se moleste en acudir a misa un fin de
semana cualquiera a San Agustín comprobará que el número de asistentes no
alcanza normalmente los 15.
Si vamos a hablar de facilidades en el
acceso al templo de los hermanos, incluso por el momento me resulta más
convincente San Pablo… y eso que hay que reconocer los indudables “méritos” de
los últimos gobiernos tanto de Izquierda Unida como del Partido Popular en
impedir que los ciudadanos accedan al centro utilizando su vehículo propio.
Toda una odisea, oiga. Pero vamos, si usted algún día consigue coger su
vehículo y aparcar en el entorno de San Agustín o en el vecino barrio de Santa
Marina sin dar menos de cuatro vueltas, no lo dude: ¡échese una Primitiva! Sin
duda es su día.
Tampoco un traslado a San Agustín
conseguiría que la Cofradía tuviera un entorno más favorable para desarrollar
su labor social (ay, amigos, esa asignatura pendiente para casi todas) ni
pudiera incrementar considerablemente su número de hermanos. A fin de cuentas
seguiría enmarcada en el eje Capitulares-Trinitarios que acumula, ni más ni
menos, que a 11 Hermandades de penitencia de la ciudad… casi un tercio de las
que hacen Carrera Oficial en la actualidad. Aviso para esos ingenios, para esas cabezas pensantes que ven descender su cifra de nazarenos año tras
año y no hacen nada. También para todos aquellos que rigen los destinos de
asociaciones parroquiales o pro-hermandades que se despiertan una mañana y se
dicen: “oye, he pensado que vamos a
trasladarnos a Santa Marta, que es un convento de monjas encantador donde nos
van a tratar mejor que donde estamos”. De nada, el consejo es gratis. Hágase
un favor, querida lumbrera, y piense dónde se mete: esta parte del centro se va
despoblando poco a poco y el número de Cofradías ubicadas en él no sólo no baja
sino que, además, sube (la última en llegar, la Universitaria… tampoco andan
muy finos… en casi todos los sentidos).
Últimas consideraciones. Sí, es cierto que
las relaciones con los padres claretianos en San Pablo no han sido las mejores
en los últimos tiempos. Pero claro, ¿cómo iban a serlo? Misión imposible si
cada vez que se encontraban restos de polvo en el suelo o algún pequeño trozo de
piedra desprendido el secretario de la Junta de Gobierno de las Angustias
dispara en la prensa valiéndose del medio en el que trabaja… poniendo el grito
en el cielo y anunciando el apocalipsis, hundimiento y cierre inminente de San
Pablo. Curioso que las Hermandades del Rocío y de la Expiración vivan tan
tranquilas en la misma sede, ¿no creen? ¿Cómo es posible que la Iglesia se caiga
sólo para una Cofradía? Al final ya saben –y si no se lo digo yo- la respuesta
que recibió la Hermandad: “San Pablo no se cae. Sufre ocasionales
desprendimientos de arena propios de un inmueble de tanta antigüedad. Si
quieren que a sus Titulares no les caiga polvo, métanlos en una caja de cristal
y llévenlos a un museo”. Curiosamente, al señor secretario de las Angustias se
le pasó por alto reproducir en su periódico tal respuesta… como se olvida de
tantas cosas que no le interesan a este señor ¿informador?
De corazón deseamos que la decisión de los
hermanos de las Angustias sea la mejor para el futuro de su Hermandad así como
que la misma sea adoptada en un clima de cordialidad y tranquilidad que ayude a
superar la fractura que en el seno de la Cofradía ha traído la consulta del
posible traslado a San Agustín. Ambiente que no se vivió hace ya dos años,
cuando la consulta se empezó a gestar por primera vez y el traslado fue finalmente
detenido por el Obispado. Yo, por mi parte, ya ven: dudo. Como Descartes.
Marcos Fernán Caballero
P.D.: Sábado,
23 de noviembre. La Agrupación no ha hecho público aún qué Imagen presidirá el
Vía Crucis de Cuaresma ni el nombre del pregonero. Suponemos que a lo mejor
ambas cosas están hechas, aunque quién sabe… Lo mismo se está esperando al 6 de
enero para que sea el regalo de Reyes del afortunado o afortunada. Nueva
modalidad cofrade-deportiva: ¡Pregón contrarreloj!
P.P.D.: Como
decían los míticos Tip y Coll. El próximo domingo hablaremos del Gobierno. Por
méritos propios.
Recordatorio Candelabro de cola: Padre, me acuso de... eso...