Los cinco detenidos por la Policía que explosionaron un artefacto casero en la basílica del Pilar el pasado octubre tenían previsto atentar contra otras iglesias de España. Según fuentes policiales, los investigadores se han incautado de planos de uno de esos templos, que iba a ser el próximo objetivo, y de otras pistas que indican que los arrestados pretendían atentar en varias iglesias más.
Los objetivos del comando hasta el momento habían sido templos emblemáticos, como la basílica del Pilar o la madrileña catedral de la Almudena, y presumiblemente esa era la línea que, según fuentes de la investigación, pretendían seguir en el futuro a través de la colocación de artefactos en iglesias y catedrales de relevancia con el fin de lograr la máxima repercusión propagandística con sus acciones.
Entre los cinco detenidos se encuentran los dos presuntos autores materiales de la colocación del artefacto en Zaragoza. Se trata de un hombre y una mujer de nacionalidad chilena que también fueron procesados en su país natal por colocar bombas en iglesias.
Además de los planos, los investigadores han encontrado elementos electrónicos destinados a la fabricación de artefactos caseros similares al colocado en la basílica del Pilar, según las mismas fuentes.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha explicado la operación durante su intervención en el Congreso de los Diputados. El caso sigue abierto y está siendo instruido por la Audiencia Nacional.
Además de los dos chilenos, la Policía también ha detenido a una italiana que presuntamente sería colaboradora de los chilenos. En concreto, se trata de los chilenos Mónica Andrea Caballero Sepúlveda y Francisco Javier Solar Domínguez y de la italiana Valeria Giacomoni.
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