Estos días en los que han brillado los besamanos de las Esperanzas de Sevilla, con innumerables fieles que se han acercado a la Virgen en algunas de sus advocaciones de Esperanza sevillana, han sido momentos de gozo, en espera del Nacimiento de Jesús.
Nadie duda que una imagen de la Virgen, no es la Virgen; pero parece que algunos no se dan cuenta que en el Sagrario, sí está realmente presente Jesucristo con su Cuerpo, Sangre y Divinidad; en el Sagrario está Cristo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
En algún caso, que no quiero mencionar, parecía lo contrario, la gente pasaba delante del Sagrario como si no hubiera nadie y acudía al besamanos de la Virgen.
Pienso que es responsabilidad directa de la Junta de Gobierno correspondiente y del Director Espiritual.
En estos casos lo mejor es retirar el Señor del Sagrario, o situarlo en un lugar no de paso, o anunciar claramente que allí está el Santísimo. Pero no lo he visto en alguna Hermandad, en estas fechas de diciembre.