El cartel conmemorativo del 450 Aniversario de la Cofradía de la Soledad, corresponde a una composición realizada en acrílico sobre lienzo de formato de 50x70cm.
La composición queda dividida de forma vertical en el lienzo por dos escenas:
A la izquierda se recrea la salida procesional de la Reina del Sábado Santo. El palio negro queda enmarcado en la fachada de la Parroquia de Santiago precedido de un cortejo de mantillas y nazarenos que parecen perderse en una nubosa atmósfera de incienso. Un grupo de hermanos de vela se adelantan en el plano dando la espalda al espectador para contemplar la salida de la Virgen, mientras uno de ellos, de cara al público, alza la vista al cielo sujetándose el antifaz. Es en éste punto de la pintura dónde el incienso y el nazareno del que hablamos, que deja ver la cruz blanca del hábito y el ceñido fajín de esparto, señas de identidad de la corporación, sirven como enlace entre ambas escenas.
En la parte derecha del cartel queda representado, en un primerísimo plano y enmarcado por finas blondas de encaje, el hermoso perfil de la Dolorosa, que imaginaron las gubias del sevillano Luis Álvarez Duarte. En la penumbra propia de una noche de Sábado Santo, el rostro de la Virgen queda iluminado por un sinfín de velas, que intuimos, se están quemando ante Ella, mientras representados en la parte superior del lienzo, los flecos de las bambalinas con bordados centenarios, la abanican para aliviar su dolor.
Detalles como ese último de los bordados antiguos ya oscurecidos por el paso del tiempo o la cera que se quema durante cada Estación de Penitencia, vienen a representar de algún modo la vida de la Hermandad a lo largo de los siglos. 450 años en los que todo está en continuo cambio, todo perece en el tiempo, todo viene y va, pero la fe y la devoción a la advocación de SOLEDAD permanece.
Desde estas líneas me gustaría felicitar a la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad por la efemérides que este año celebran, ya que no todos los días una hermandad puede presumir de cumplir 450 años de vida, así como por el amplio programa de actos que nos tienen preparado.
Es para mí todo un grandísimo orgullo, y mas aun cuando se trata de uno de mis primeros carteles, haber podido aportar un granito para engrandecer aún más éste acontecimiento pregonando plásticamente con mis pinceles dicho Aniversario.
Darles las gracias por ello y espero haber estado a la altura de lo que Lucena y la Hermandad requieren en una ocasión tan importante como ésta.
