Pues sí señores cofrades, y ¿vamos a seguir callados? Que nos da igual que se sigan mofando de nosotros, que pinten a las estatuas de sacerdotes, que pintorreen en nuestras parroquias o iglesias, que saquen en las redes sociales esas fotos insultando nuestros sentimientos y nuestras creencias. Ya está bien, joder, y perdón por la expresión.
Desde hace unos diez meses estoy siguiendo a Álvaro Ojeda, que es de los pocos que tienes los verdaderos bemoles para defender lo que quiere, para defender en lo que cree, para salir y decirlo en voz alta y en público para que lo vean tanto los que piensan como él, como los que no piensan como él y para los que son verdugos de sus silencios o para los que hablamos en algunos sitios y no tenemos tantos seguidores como este hombre con dos bemoles, si señor.
Estoy cansado de que para lo único que somos capaces de alzar la voz sea si han echado a este capataz y han puesto a este otro, si la banda tal suena mejor que la otra, que si los palios que lleva un capataz de renombre se mueven menos que los ojos de “espineti” o que si las formas de ese nuevo hermano mayor están dentro de mis gustos musicales, o de capataces, o de la manera que sea de perder nazarenos año tras año, o que si la hermandad tal cambia más de paso que uno de esos “políticuchos” de chaqueta en función del grado de comisión que se vaya a llevar.
Ya está bien, vamos a sacar la casta de la cual nos critican tanto. Ya está bien, pónganse de acuerdo las Agrupaciones, Consejos o los grupos de hermandades para alzar de una puñetera vez la voz. YA ESTÁ BIEN. Nos pisotean, se mofan, nos ridiculizan, se ríen, nos insultan, nos desprecian y seguimos calladitos. De verdad, que estoy que me subo por las paredes.
Y para colmo unos lo hacen con el dinero que pagamos todos los tontos cofrades que pagamos nuestros impuestos, otros no quieren limpiar nada con el dinero público porque no es de ellos la estatua o la parroquia. ¿Qué hacemos?. Seguimos mirándonos como se ríen de nosotros. De verdad ¡qué falta de huevos!.
Si fuese por mí la Semana Santa del 2016, no salía ni una hermandad a la calle. Lo que los hermanos pagaran de cuotas o de papeletas de sitio lo iba a invertir en lo que esta panda de indeseables no ven ni son capaces de reconocer que hacen las hermandades en labor social. Y cuando los hoteles se queden vacíos sin reservas para esta semana, los bares y restaurantes se coman lo que pensaban vender, cuando todo lo que se mueve en torno a las hermandades se quede parado que hablen la gentuza que nos gobierna.
Para qué queremos salir en tantas procesiones extraordinarias para mostrar nuestra fe, sino somos capaces de defenderla con los continuos insultos y desprecios que nos hacen. Vamos a cambiar de táctica en vez de poner la otra mejilla, vamos a pasar a la acción. Vamos a realizar las mismas acciones que ellos nos hacen a nosotros. Vamos a mofarnos de sus acciones, vamos a pintar sus monumentos y símbolos, vamos a pasar a la acción. Cada vez que veamos una bandera que no sea constitucional vamos a quemarla o realizar una de esas acciones que a ellos les ponen tanto, o quitar el cuadro de algún representante de sus falsas creencias.
Ya está bien y a este jerezano con esos bemoles aquí tienes a un cordobés que te apoya y cuenta conmigo.
Pachi Giraldo
Recordatorio En mi Huerto de los olivos: ¿Quién ha hecho ésto?