Excepcional reportaje realizado por nuestro colaborador Miguel Ángel Badía Álvarez (Cámara Cofrade) del Besapiés y Vía Crucis celebrado por la Real e Ilustre Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción y Primitiva, Franciscana y Cisterciense Cofradía de Nazarenos de la Piedad de Nuestra Señora, Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa y Gloriosa Coronada en honor del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
La actual imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de la Hiniesta fue tallada en el año 1938 por el célebre escultor Antonio Castillo Lastrucci. Es la tercera escultura de Cristo crucificado de esta Hermandad, que tuvo que reponer en solo cuatro años su imagen titular, al haber sufrido las dos anteriores los efectos devastadores de distintos incendios.
La primera imagen, un Cristo inscrito en la producción de Felipe de Rivas, fue pasto de las llamas en los sucesos ocurridos en la iglesia de San Julián el 8 de abril de 1932, durante la Segunda República. La segunda, una imagen realizada en pasta que procedía de la iglesia de San Marcos, fue igualmente quemada en el incendio perpetrado en ese templo el 18 de julio de 1936.
Se trata de una talla de un Crucificado, de 1,72 metros de alto, realizada en madera policromada, que representa a Cristo ya muerto.
Se trata de una talla de un Crucificado, de 1,72 metros de alto, realizada en madera policromada, que representa a Cristo ya muerto.
En esta ocasión Castillo Lastrucci, aún sin privarla de su impronta y carácter propio, crea una imagen que sugiere las formas y la estética de los grandes maestros Montañés y Mesa. Así, la cabeza y el cuerpo recuerdan al famoso Cristo de la Clemencia y la composición del paño de pureza imita la del Cristo del Buen Ladrón, mientras que la disposición de las piernas están tomadas de las del Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes.
El resultado es una notable obra de la escultura neobarroca sevillana, en la que, por su perfeccionista deseo realista consigue un detallado estudio del natural a través de un modelo real que posa para él.
El resultado es una notable obra de la escultura neobarroca sevillana, en la que, por su perfeccionista deseo realista consigue un detallado estudio del natural a través de un modelo real que posa para él.
La talla de este Crucificado fue restaurada en el año 1991 por José Pérez Delgado, discípulo de Castillo Lastrucci, quien además le talló una nueva cruz arbórea en el año siguiente, 1992. La imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de La Hiniesta reside y se venera en la citada iglesia de San Julián, situada en la plaza del mismo nombre.
Realiza su salida procesional haciendo estación de penitencia desde su sede hasta la Santa Iglesia Catedral en la tarde-noche del Domingo de Ramos de la Semana Santa sevillana.
En el paso de Misterio, junto con el Cristo de la Buena Muerte, figura también la imagen de María Magdalena, arrodillada, obra asimismo de Castillo Lastrucci. Realizada en 1944, completa así un grupo escultórico anteriormente usual en la Semana Santa de la ciudad, y del que hoy queda como único ejemplo. Tras el paso de Misterio de este Cristo procesiona la Virgen de la Hiniesta en su paso de palio.
Realiza su salida procesional haciendo estación de penitencia desde su sede hasta la Santa Iglesia Catedral en la tarde-noche del Domingo de Ramos de la Semana Santa sevillana.
En el paso de Misterio, junto con el Cristo de la Buena Muerte, figura también la imagen de María Magdalena, arrodillada, obra asimismo de Castillo Lastrucci. Realizada en 1944, completa así un grupo escultórico anteriormente usual en la Semana Santa de la ciudad, y del que hoy queda como único ejemplo. Tras el paso de Misterio de este Cristo procesiona la Virgen de la Hiniesta en su paso de palio.
Recordatorio El Besamanos de María Santísima de la Angustia de la Hdad. de los Estudiantes según Miguel Ángel Badía Álvarez