La filial número 3 de las hermandades del Rocío, la de La Palma del Condado, ha asistido, como cada año, hasta la casa del pregonero, para entregarle el documento que le acredita en su nombramiento.
El orgullo de ser el exaltador del Nombre de la Virgen del Rocío en este pueblo onubense tan rociero, ha recaído en la persona de D. Jaime Oliveros Camacho, que a buen seguro transmitirá todo su sentir rociero hacia la Patrona de Almonte.
Esta Hermandad, la tercera entre las filiales está referenciada en las Reglas, así como en Documentos, tanto de la Hermandad de Almonte como de otras hermandades primitivas. El libro de actas más antiguo que posee la Hermandad comienza en 1882, diciendo textualmente en su primera hoja: “Libro donde constaran las actas y acuerdos que Celebren los hermanos de nuestra Sra. del Rocío desde 1882 en adelante”.
Adicionalmente el “Reglamento de la Hermandad del Rocío” fechado el 14 de Mayo de 1885, indica en su primer párrafo: “Los que abajo suscribimos, vecinos de esta villa de La Palma mayores de edad ligados mutuamente por la ardiente devoción que todos profesamos a nuestra amantísima Madre la Virgen del Rocío a quien hace trescientos años se le viene dando culto en esta población por nuestros padres y antepasados, que se asociaron en hermandad para tan laudable objeto”.
Esta referencia, hace suponer que la Hermandad de la Palma del Condado data por lo menos del siglo XVI. Las relaciones del Arciprestazgo de la Palma con la Villa de Almonte y la Aldea del Rocío eran evidentes, puesto que ambas entraban en la demarcación del Arciprestazgo; por ello no es de extrañar que una devoción que nace con el empuje e intensidad como la del Rocío prenda pronto entre los palmerinos.