Cuando ya ha pasado esta Semana Santa, he podido observar cómo hay hermandades que cada año buscan algo novedoso, algo nuevo que presentar a los cordobeses. No estoy hablando de los estrenos en enseres o en pasos, sino de elementos de estos últimos que han acaparado importancia con los años, como son las flores que los exornan.
Hablando con algunas personas que se encargan de montar las flores de los misterios y los palios, me he dado cuenta como cada año, algunas hermandades buscan la flor de época o simplemente la flor que ese año gusta a las Juntas de Gobierno en general o al Hermano Mayor en particular, olvidando por completo la identidad de la corporación o lo clásico. No obstante, hay hermandades, como por ejemplo la Esperanza de San Andrés, que aún innovando, admiten todos esos juegos de flor. Las jarras de este año, eran espectaculares.
¿Se imponen las modas a lo clásico? Recuerdo como no hace tantos años, los palios y misterios se exornaban con clavel, sin embargo ahora tenemos la oportunidad de oler y sentir el aroma de las más diversas flores.
Hay Hermandades que son leales a sus orígenes. Por ejemplo, es impensable ver a Concepción, el Domingo de Ramos, con una flor que no sea otra que la camelia, o al Señor de las Penas de Santiago sin iris morados en su calvario. El misterio de la Borriquita nos tienen acostumbrados a un exorno floral colorido, por lo que nos resultaría extraño verlo monocolor.
Cualquier hermano mayor con su Junta de Gobierno intenta sorprender a sus espectadores, pero no hace falta traer flores magníficas ni exóticas para adornar pasos. La exultante belleza ya está en el palio sin adornar. A la Paz y Esperanza no les hace falta jacintos ni orquídeas, Ella ya completa con su presencia el palio, por ejemplo.
Recordemos por ejemplo, hermandades con una larga historia que han sabido seguir aunando lo clásico y lo actual. No entendería a la Esperanza Macarena con otra flor que no fuera clavel y azahar de La Juliana, o a Concepción de Sevilla sin sus flores de azahar. Aunque, en actos puntuales, hayan optado por exornar con otra flor, pero siguen siendo fieles a la hora de adornar el paso con lo de siempre.
Este año ha sido el de las flores color malva. Aún puedo ver las piñas del Señor Caído con rosas de ese color. O el exorno floral, para mi gusto, y vuelvo a repetir PARA MI GUSTO, horrible y sin sentido, del Señor de la Humildad y Paciencia, que resultó ser muy parecido al calvario del Santísimo Cristo de la Expiración. ¡Qué coincidencia!, representando sendos misterios un momento tan distinto de la Pasión.
No está mal innovar, pero señores de las Juntas, cuando innoven que no sea en la Semana de Pasión, al fin y al cabo, no para todo es malo mirar al pasado.
Raquel Medina
