En estos tiempos, puede
apreciarse que varias hermandades utiliza el rojo como color representativo en
las procesiones sacaramentales o usándolo incluso en el adorno de algún paso de
algunos Corpus llamados de los barrios pero ¿Es correcto utilizarlo para representar
a Dios y la eucaristía?
El rojo es un color litúrgico
agresivo que puede simbolizar el sentido de la culpa, el pecado. Ahora es el
color del Domingo de Ramos o el Viernes Santo, de Pentecostés, de la exaltación
de la Cruz, la fiesta de los apóstoles, los evangelistas y mártires, también
pudiendo ser usado en el sacramento de la Confirmación.
El color de Dios, el de la
eucaristía, es el blanco por ser el de la luz. Es el color privilegiado de la
fiesta cristiana. En el misal el blanco se utiliza en navidad, epifanía, la
pascua, la fiesta del Señor y la Virgen si no es cercano al misterio de la
Cruz. Es el color que representa a Dios.
En Sevilla, tan sólo existe una
hermandad con ese privilegio, la Sacramental del Sagrario. Le fue concecido durante
el pontificado de Clemente VIII cuando a la corporación le es concedido
representar a Dios con el color rojo, imitando el modelo de la Sacramental de
Santa María Supra Minerva, la matriz de la hermandad.
Algo que queda aceptado por en
tener la supremacía del Sagrario como hermandad primigenia y más noble. La cera
roja hizo que representara el derramamiento de la sangre de Cristo.
A raíz de la concesión de tal
privilegio, otras corporaciones comenzaron a copiar el modelo de los cultos,
llegando a extenderse el color rojo para representar al Santísimo Sacramento.