En esta vorágine de redes sociales, noticias y rumores en la que se ve
envuelto el mundo de las Cofradías en estos meses en los que se suceden los
acuerdos musicales, me llama poderosamente el tema de los desmentidos que luego
se tornan en verdad. Por supuesto, no es algo que suceda exclusivamente en el
ámbito de las relaciones contractuales entre Hermandades y formaciones
musicales, pero algún que otro caso ya conocido me ha dado pie a escribir el
artículo de hoy.
Hoy en día, debido a esa aparente exigencia de las redes sociales en las
que se tiene que informar de todo al detalle y al segundo, se realizan comunicados
oficiales por casi cualquier motivo. No expondré ejemplos por no ofender a
nadie, pero de lo que no me cabe duda es que un exceso de información puede
llegar a saturar y no ser tan productivo como inicialmente se desea. Pero,
aceptando todos estos comunicados, cuando estos se utilizan para realizar
desmentidos, ya sí que se me antoja fuera de toda lógica. Más aún cuando
desmientes algo que se sabe que es verdad, y que posteriormente vas a tener que
“tragarte”.
Desde mi punto de vista, ha de vertirse un ataque muy grave contra una
Hermandad para que esta reaccione con un comunicado de respuesta a ello. Por
poner un ejemplo, cuando la Macarena de Sevilla respondió vía comunicado los ataques deplorables de
una revista satírica hacia su venerada titular. En ese caso, todo correcto.
Pero cuando se trata de desmentidos sobre lo que ha dicho o dejado de decir un
blog sobre si viene tal o cual banda, considero excesivo tener que estar
saliendo al paso de rumorologías varias. Más que nada porque, puestos en esa
tesitura, alguna que otra Hermandad iba a salir a pareja de comunicados diario. La postura más sensata, en opinión del que les escribe, es mantener una postura de calma y silencio ante los rumores que puedan aparecer, si estos no desestabilizan el curso normal de una Cofradía. Sobre todo, de cara a no quedar en ridículo a posteriori cuando tengas que confirmar la información o, dicho en otras palabras, desmentir tu propio desmentido.
Entiendo que el tema de las negociaciones con una formación musical es
complejo, y que la filtración de que viene esta o aquella banda puede incluso
perjudicar esa negociación. Pero quizá, y solo quizá, habría que dar tirones de
orejas al que filtra, y no tratar de desprestigiar la información del medio
que, por una razón o por otra, se entera de algo y lo tiene tan confirmado, y
por diversas fuentes, que llega a publicarlo. Dejémonos de milongas y
desmentidos sin sentido, y centrémonos en los aspectos importantes de la vida
de una Hermandad durante todo el año.