Blas J. Muñoz. Durante estas últimas semanas les hemos venido informando en Gente de Paz, acerca de algunos de los acuerdos que ha ido materializado la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas. Una formación la de San Antonio de Padua que este jueves 16 de junio de 2016 anunciaba, además, el inicio de los actos de su vigésimo Aniversario.
Dos décadas de existencia que se materializarán en diversos y cuidados actos, los cuales tendrán el mejor correlato posible en la confianza recibida por parte de un buen número de hermandades, tanto de la capital cordobesa como lejos de la misma. Y es que hace poco menos de doce meses, cuando la Hermandad del Rescatado anunciaba que se hacía con los servicios de la Banda para el Domingo de Ramos de 2016, se daba inicio a uno de los procesos recientes de expansión de la formación musical.
Dicho proceso proseguía con la plasmación del acuerdo con la cofradía de las Angustias de cara al Jueves Santo de ese mismo año. El mismo suponía un giro ostensible en el estilo musical de la corporación de San Agustín y se sol ventana con una salida procesional que no defraudaba. Todo lo contrario, la formación de San Antonio dejaba inmejorables sensaciones en una jornada histórica para las hermandades de la capital cordobesa.
Meses más tarde, el final del verano y el próximo otoño traerán para la Banda dos actuaciones que pasarán a engrosar los anales de sus dos décadas de historia, tal y como lo hiciera su papel incidente en el Vía Crucis Magno de Sevilla acompañando hace más de diez años al misterio del Soberano Poder de San Gonzalo. La Magna onubense y la extraordinaria del Rescatado volverán a soñar a Coronación de Espinas. Ha llegado su hora.