Blas Jesús Muñoz. El pasado martes, una noticia aparecida en el Blog ¡A ESTA ES! ha llamado poderosamente nuestra atención por el contenido de la misma y por extensión por su protagonista. La misma trata sobre una posible "polémica" surgida entre el capataz Antonio Santiago y algunos miembros de su cuadrilla de la Macarena. A continuación, reproducimos literalmente su contenido:
Aunque no lo ha hecho oficial ningún medio cofrade, lo adelantamos nosotros. Unos miembros de la cuadrilla de la Hdad de la Macarena nos han comunicado que un amplio grupo de costaleros han presentado una carta en desacuerdo del "enchufe descarado", hablando del capataz Antonio Santiago que ha decidido en la salida extraordinaria de la Esperanza Macarena meter a su hijo Antonio de costalero y capataz durante algunos de los traslados, lo que ha generado multitud de quejas hacia nuestro twitter.
Aunque no lo ha hecho oficial ningún medio cofrade, lo adelantamos nosotros. Unos miembros de la cuadrilla de la Hdad de la Macarena nos han comunicado que un amplio grupo de costaleros han presentado una carta en desacuerdo del "enchufe descarado", hablando del capataz Antonio Santiago que ha decidido en la salida extraordinaria de la Esperanza Macarena meter a su hijo Antonio de costalero y capataz durante algunos de los traslados, lo que ha generado multitud de quejas hacia nuestro twitter.
No sabemos exactamente la
credibilidad del asunto ya que es por boca de varios costaleros y ningún medio
se pronunció. Lo cierto es que la Sevilla cofrade esta fuertemente criticando
al gran capataz Antonio Santiago tras una serie de hechos que no han sentado
bien en los adentros de hermandades y cuadrillas en las que actualmente
colabora.
Cada vez la afición al costal
crece más, lo que hace que aquel devoto a una hermandad tenga que esperar
varios años para pertenecer a las cuadrillas de los pasos de nuestra ciudad,
tras este caso que hemos contado muchos mensajes resumidos en "no hay
derecho" nos han llegado, bastantes aspirantes de la misma hermandad nos
han comentado que llevan entre 8 y 12 años intentando entrar y que parece que
la oportunidad no llega, ni siquiera sabiendo como trabajan. Si a esto le
sumamos descaradamente los enchufes que año tras año suceden y que impiden que
muchos jóvenes realicen su sueño, vamos mal muy mal. Esperemos que las juntas
de las hermandades tomen medidas y que capataces que luego salen en televisión
diciendo que no miran caras antes de escoger en la igualá a algún chaval se lo
haga pensar dos veces. TODOS TENEMOS EL MISMO DERECHO.
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