Se llama Elina Garanca, es una
mezzo-soprano letona y está considerada la número uno mundial en el repertorio
del bel canto. Ayer, después de ser recibida por expreso deseo suyo como
hermana de la Macarena, esta diva mundial de la música quiso cantarle a la
Esperanza, a puerta cerrada, una estrofa del Ave María de William Gómez, que
hizo retumbar la Basílica
Acompañada por su marido, Karel
Marck Chichon, actual director de la Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken
Kaiserslautern, la mezzo-soprano fue recibida a las puertas de la Basílica por
el teniente de hermano mayor de la Macarena, Santiago Álvarez Ortega.
En la sacristía del templo, el
matrimonio fue recibido como hermano de la corporación. El sacerdote salesiano
Antonio María Calero de los Ríos fue el encargado de imponerles la medalla.
Posteriormente, y siempre guiados
por el teniente de hermano mayor, los ilustres visitantes giraron una visita al
museo de la hermandad y, de la mano del prioste de la Esperanza, Fernando
Marmolejo, se recrearon de nuevo en el interior fe la Basílica en los detalles
del paso de la Esperanza Macarena y, ya a puerta cerrada, de la contemplación
cercana de la Virgen, que desde el pasado domingo aguarda en el paso de salida
su traslado a la Catedral para presidir los fastos del cincuenta aniversario de
su coronación.
Elina Garanca asegura que la
primera vez que conoció a la Macarena fue «de pequeña en el tele», allá en su
Letonia natal. «La televisión ofrecía el Viernes Santo unas informaciones del
Papa y emitió, como una cosa muy particular de España, la Semana Santa de
Sevilla», contó ayer a este periódico instantes después de colgarse la medalla
de la Macarena al cuello.
No fue hasta que conoció a su
actual marido, un amante de la fiesta nacional y un enamorado de Sevilla,
cuando la mezzo-soprano cumplió su sueño de presenciar a la Virgen de la
Macarena en la calle. «Hace doce años, cuando conocí a mi marido, el primer viaje
que nos planteamos juntos fue el de ver la Semana Santa en Sevilla. Fue la
primera vez que como turista la vi pasar por la calle».
Ahora, a sus 36 años, Elina
Garanca se confiesa «católica» y cuando se le pregunta qué significa la Virgen
de la Esperanza en su vida responde: «Ella es la Esperanza, algo que todos
necesitamos. Obviamente, vengo aquí a mostrar la emoción y la gratitud que
tengo por el gran regalo de mi voz. La voz es una cosa divina que me regalaron.
Ella es la que me llena de fuerza e inspiración para cantar».
Desde 2005 la considerada mejor
mezzo-soprano que se puede escuchar hoy en día dispone de un contrato de
exclusividad con la prestigiosa firma Deutsche Grammophon, el sello de música
clásica históricamente más importante. Como muestra de gratitud a la hermandad
de la Macarena, Elina Garanca ha ofrecido a la hermandad la grabación de un
disco de música sacra que sería presentado en los próximos meses en Sevilla.
Antes de abandonar la Basílica,
el matrimonio formado por Karel Marck Chichon y Elina Garanca fue agasajado con
la entrega de un bello presente por parte de la hermandad, un cuadro con una
preciosa fotografía enmarcada de la Esperanza Macarena.