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jueves, 22 de mayo de 2014

La Macarena estará 36 horas en besamanos extraordinario en la Catedral



Un total de 36 horas, durante los días 25, 26 y 27 de mayo próximos, estará en besamanos la imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena en la Catedral. En concreto en la parroquia del Sagrario del Templo Metropolitano.

Así lo anunció el hermano mayor, Manuel García, quien especificó que ya se han cerrado todos los aspectos relativos en cuanto a mantos y sayas que lucirá la Dolorosa tanto en el traslado a la Catedral, como en el citado besamanos, el triduo y la Misa Estacional y procesión de regreso a su templo.

Por lo que respecta al besamanos, dará comienzo el día 25 de mayo, domingo, a las nueve de la mañana para continuar, de manera ininterrumpida, hasta las 21 horas. Así, en total durante los tres días de este besamanos extraordinario, la Esperanza Macarena estará 36 horas a la altura de los fieles, que podrán besar su mano durante todo este tiempo.

Quienes acudan al besamanos, entrarán por la puerta de la parroquia del Sagrario que da a la Avenida de la Constitución y saldrán por el Patio de los Naranjos, para así evitar aglomeraciones en una sola puerta. La Virgen estará situada al pie de la mesa de altar, justo delante y sobre la peana de plata que ejecutase Fernando Marmolejo y que es la que se utiliza habitualmente en los besamanos en la basílica.

Saya de estreno

Como es sabido, la Virgen se encuentra ataviada, para la procesión de ida a la Catedral, con la saya conocida como «la del azulejo» que se encuentra en el arco, que costeó la familia Sáinz de la Maza y que reproduce la que se perdió en 1936. Es de tisú blanco. El manto que llevará en esta primera procesión es el de tisú, la última gran obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, de terciopelo verde y bordada en oro.

Una vez llegue la Esperanza a la Catedral, será bajada de su paso y nuevamente vestida para el besamanos, trasladándose de forma privada e íntima a la parroquia del Sagrario. Para dicho culto lucirá el manto de malla o camaronero, en terciopelo verde y bordados en oro, realizado por Rodríguez Ojeda en 1900.

Para estos tres días estrenará una saya que ha sido realizada por Charo Bernardino y donada por ésta, sus hijas y todos los componentes del taller de la bordadora. Es de estilo barroco sevillano, de tisú en color crema y bordada en oro. Lleva, asimismo, bordados en pequeños hilos de seda blancos.

Exorno floral

En cuanto al exorno que habrá en el besamanos, se dispondrán siete blandones (candeleros) de plata cedidos para la ocasión por el Cabildo Catedral, además de dos torres de azucenas y centros de flores conformando pequeños montículos, según explicó el prioste de la Esperanza, Fernando Marmolejo, que se situarán a los lados de la Virgen.

El propio Marmolejo precisó a este periódico que el equipo de priostía pretende «aprovechar la majestuosidad del retablo de la parroquia del Sagrario para integrarlo todo. La fuerza y la luz que irradia la Esperanza se complemente a la perfección con dicho retablo, por lo que tampoco hace falta un adorno demasiado excesivo».

Lógicamente, la Virgen lucirá la corona de la coronación, a diferencia de hace medio siglo cuando estuvo en la Catedral, que los días previos al Pontifical de coronación llevó la diadema que diseñó y ejecutó Fernando Marmolejo Camargo, padre del actual prioste.

Triduo y Pontifical

Pero no será la última vez que la Virgen de la Esperanza sea cambiada de ropa. Una vez concluya, el día 27, el tercer día de besamanos, la Esperanza será ataviada con la saya realizada por Francisco Carrera Iglesias, en tisú de color crema, y el manto celeste de la Virgen del Rosario. Así será subida al paso de esta última, situado en el Altar del Jubileo de la Catedral y donde presidirá, los días 28, 29 y 30 de mayo, el triduo extraordinario en su honor.

Como ya informó ABC de Sevilla en el día de ayer, el paso del Rosario estará delante del Altar del Jubileo de lado, esto es, la imagen que verá frontalmente es uno de los costeros, por lo que la Dolorosa será ubicada mirando de frente pero si se mira la parte delantera del paso, aparecerá de perfil la Esperanza.

Finalmente, el día 30, a la conclusión del triduo, la Virgen será bajada del paso del Rosario. Nuevamente será cambiada de ropaje, luciendo como hace ahora cincuenta años cuando fue coronada canónicamente, esto es, el manto de la coronación y la saya conocida como «de las corbatas» ambas piezas realizadas por Fernando Marmolejo Camargo. Serán los enseres que luzca en la Misa Estacional y en la procesión triunfal de regreso a su basílica.





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