El debate suscitado en torno a la
titularidad del primer templo de la diócesis de Córdoba, lejos de extinguirse,
se aviva conforme avanzan los días, se acercan procesos electorales y se
maquillan páginas de periódicos.
Nuevo marco legislativo
Así las cosas, el pasado 11 de
abril el Consejo de Ministros abría la puerta a una reforma legislativa a
través de la cual la Iglesia deberá inscribir sus propiedades en el Registro de
la Propiedad y en el Catastro, siguiendo el proceso normal de inmatriculación.
Según se informó desde el Ministerio de Justicia. En esta línea, Ignacio Solís
-Exdecano del Colegio Notarial de Madrid y profesor de Derecho Civil de la
Complutense de Madrid- explicaba que no se trata de que desde las instituciones
eclesiásticas se pueda registrar a su nombre cualquier inmueble, ya que a
través del ordenamiento actual se podían inscribir los bienes mediante una
certificación propia y sin la necesidad de que interviniera un funcionario,
mientras que con la reforma “lo que se quita a la Iglesia es la facultad de que
con una sola certificación, más lo que diga el Catastro, pueda inscribir a su
nombre por primera vez un bien”.
360.000 firmas
Por su parte, dentro de la
escalada de declaraciones, la plataforma Mezquita-Catedral hacía público, a primeros de este mes, un
comunicado en el que aseguraba que ya se habían superado las 360.000 firmas en
change.org reclamando que la Mezquita-Catedral sea de titularidad pública.
En la misma comunicación, la
citada plataforma recalcaba que “respeta el uso litúrgico católico de la
Mezquita-Catedral en el marco de una gestión pública y profesional de un
monumento con una dimensión histórica, arquitectónica, patrimonial y turística
incuestionables (…) No se trata de un debate religioso sino cultural y de
gestión del patrimonio histórico".
Antonio Gala, Norman Foster,
Antonio Muñoz Molina o Federico Mayor Zaragoza; The Independent, Der Spiegel,
Frankfurter Allgemanie , Le Monde , Liberation , France TV , Canal Arte , BBC o
The Sundey Guardian; son algunas de las firmas y medios interesados en
información sobre la cuestión, según señala este foro.
Formaciones políticas
Éstas no han querido ser ajenas
al debate y tanto desde la Junta de Andalucía como desde Izquierda Unida se ha
seguido haciendo defesa del cambio de titularidad. De esta forma, la Delegada
de Cultura de la Junta insistió, el pasado día 26 de abril, en que su opinión
es la de la presidenta de la Junta, señalando que la “titularidad pública, esas
son nuestras aspiraciones, y con un uso religioso, exactamente igual que dijo
la presidenta”.
Por su parte, el senador de IU
por Córdoba, José Manuel Mariscal presentaba el pasado 5 de mayo seis preguntas
al Gobierno (cantidad declarada a Hacienda en 2013, templos que ha
inmatriculado la Iglesia desde 1998, cuáles son las razones jurídicas e
históricas que dicho informe contiene, por qué motivo el referido informe es
usado por el subdelegado sin darlo a conocer en su integridad y sin que al
parecer, la tramitación del mismo haya sido definitivamente completada, si el
ejecutivo es de la opinión de que un bien que es Patrimonio Histórico de la
Unesco puede ser gestionado como al propietario de dicho bien le venga en gana
por la gracia de Dios y si la gestión de la Mezquita-Catedral de Córdoba por parte
de la Iglesia puede poner en riesgo su declaración como Patrimonio de la
Humanidad), a debatir en el Senado acerca de la cuantía declarada en el año
2013 por la Iglesia en concepto de venta de entradas en aquellos lugares que
son de su propiedad.
Finalmente, llama la atención la
respuesta del senador ante la posibilidad de permitir el rito islámico si la
gestión del templo llega a ser pública: “considerar si hubiera una gestión
pública, igual que hay ritos católicos dentro, mientras esté regulado (…) La
gestión pública no tuviera tanto que ver con los ritos que dentro se realicen y
que forman parte del ámbito de la intimidad personal, sino el compromiso con el
espacio público”.
Rafael Mir
Finalmente, el colaborador de
Diario Córdoba Rafael Mir señalaba en su columna de opinión el día 7 de mayo
que “para que vuelva la paz en que reinaba la Mezquita-Catedral antes de 2006,
son necesarios varios requisitos: (…) Que el cabildo, o quien represente a la
Iglesia, enseñe un papel; por favor, un papel… que demuestre la propiedad que
la Iglesia dice tener de la Mezquita (…) Abstenerse de ir aumentando
paulatinamente los signos que desnaturalizan la parte árabe, como se ha hecho
en los últimos años (…) De otro lado, señor alcalde, no siembre la malicia… de
que se aspira a la formalización de la titularidad pública ahora que es
rentable el monumento (…) El primer paso decisivo en este camino perjudicial lo
dio la Iglesia en 2006, inscribiendo como de su propiedad lo que por lógica y
por naturaleza pertenece, por este orden, a los cordobeses, a los españoles, y
a la humanidad”.
Sin duda, todo apunta a que
seguiremos informando durante las próximas semanas de una pólemica que, pese a
que se apunte al año 2006, no es menos cierto que apenas ha comenzado su
recorrido en los últimos meses, prácticamente, ocho años después.
Blas Jesús Muñoz