La semana que vivirá la Hermandad
de la Esperanza Macarena y por ende todos sus hermanos desde el próximo sábado
24 de mayo, va a dejar momentos de indudable emoción en todo lo relativo a la
devoción que se le profesa a la Dolorosa de San Gil.
Pero la corporación no sólo
estará pendiente de todos estos actos cultuales tanto en la calle como en la
Catedral, sino que atenderá también a sus hermanos mayores, esto es, aquellos
que por unas causas u otras tienen más complicado poder acercarse a ver a la
Virgen tanto a la ida como a la vuelta de la Catedral y la Plaza de España,
como en el besamanos.
Y es que en este último acto, que se
desarrollará los días 25, 26 y 27 de mayo en la parroquia del Sagrario del
Templo Metropolitano, la diputación de acción social de la Hermandad de la
Madrugada va a estar muy pendiente de estos hermanos tan especiales para la
corporación.
José Antonio Fernández Cabrera, consiliario de
acción social de la Macarena, señaló que la Hermandad tiene previsto, para el
próximo domingo por la tarde, acercar hasta la parroquia del Sagrario a un
total de 41 hermanos mayores, entre los que se encuentran ciegos y enfermos,
para que así también puedan disfrutar del besamanos de Nuestra Señora de la
Esperanza.
Según Fernández Cabrera, “van a ser un total
de 41 hermanos y de ellos los diez más antiguos de la Hermandad de la Macarena.
Los vamos a llevar al besamanos para que también acudan como otros hermanos.
Hay que tener en cuenta que muchos de ellos están ciegos, otros enfermos y
también los hay discapacitados, por lo que creemos que es una ocasión para
acercarlos hasta la Virgen, máxime estando fuera de la basílica”.
Para ello, un total de 20
voluntarios, hermanos de la Macarena y componentes del programa “Veteranos” de
la Hermandad, serán sus pies y sus manos en muchos momentos de este encuentro,
porque se tiene la intención de que aquellos hermanos mayores que están ciegos
puedan tocar las manos de la Virgen y sentir a la Esperanza en sus manos.
“Nosotros, a lo largo de todo el
año -abunda el consiliario- llevamos a estos hermanos nuestros a la basílica a
los triduos, septenarios, sabatinas... los recogemos en sus casas y luego los
dejamos en ellas. Para que así puedan estar un rato con la Virgen”.
Merienda
Pero antes de que se produzca
este encuentro, los voluntarios, a partir de las cinco de la tarde, llevarán a
estos antiguos macarenos a merendar. “Será, por tanto -abunda el consiliario de
acción social-, una tarde inolvidable para ellos. Los citaremos en Robles de la
calle Alemanes, merendarán y luego iremos todos juntos a la parroquia del
Sagrario. Estoy convencido de que va a ser un momento inolvidable para todos
ellos y para nosotros también”.
En la parroquia del Sagrario se
han reservado unos bancos para que estos macarenos veteranos “puedan estar una
hora más o menos junto a la Virgen, además de besarle las manos. Y aquellos que
son ciegos, puedan tocar las manos de la Virgen. Hay uno de ellos, Pedro, que
me emociona cuando lo llevamos al besamanos y se planta delante, sintiendo la
presencia de la Virgen y palpando y recorriendo el contorno de las manos. Es
algo que estremece”.