La Virgen de Luna fue trasladada
ayer desde su ermita hasta la parroquia de San Miguel, donde llegó ya caída la
noche. Miles de romeros compartieron la jornada en el Santuario de la Jara, que
acogió al mediodía una misa presidida por el párroco de Cardeña, Francisco
Gámez, y concelebrada por Juan Vicente Ruiz, Bernardo López y Ladislav Proks.
La patrona, que el día anterior
fue llevada de regreso a su ermita por el pueblo de Pozoblanco, lucía en sus
andas plateadas un manto morado con bordados dorados y cuatro centros de flores
rosas sobre verde. Tras la misa, las visitas a la Virgen de Luna en el interior
de su ermita no pararon a la vez que los fieles hacían sonar la campana.
El presidente de la hermandad de
Villanueva, Pedro Cañuelo, destacó las obras acometidas en el entorno del
santuario con fondos de la hermandad, como un muro con una verja como mirador,
un depósito de 15.000 litros para los servicios o una rejilla para la recogida
de lluvia.
Tras pasar la jornada en ese
paraje rodeado de encinas, a las cinco de la tarde los romeros emprendieron los
11 kilómetros hasta Villanueva portando a hombros a la Virgen con el
acompañamiento de muchos caballistas y carrozas. Ya a última hora de la tarde,
la Virgen y sus portadores hicieron una parada en la olivarera desde la que
siguió el cortejo ya hacia el colegio que lleva su nombre y hacia el Regajito,
en el que tuvo lugar el recibimiento oficial entre vivas y aplausos.
La romería de ayer era la primera
que se celebraba con el reconocimiento de Fiesta de Interés de Andalucía, tal y
como destacó el alcalde, Francisco Javier Arenas. La Virgen de Luna estará en
Villanueva hasta el domingo 12 de octubre.