Lo
prometido es deuda. Y como la antología del despropósito de la semana pasada
tuvo buena acogida por parte de los seguidores de Gente de Paz hoy traemos la
segunda entrega. Así pues hoy subrayamos que NO ES NORMAL QUE:
El hermano mayor de la
Cofradía Universitaria -última en incorporarse a la nómina de las que hacen carrera
oficial- justificara en una entrevista en el programa radiofónico de doña Pilar
Sanabria que el reducido número de nazarenos (¿se les puede llamar así?) de su
Cofradía en el presente año se debía, en parte, al retraso en lograr alcanzar
un acuerdo con las Hermandades del Martes Santo para procesionar en dicha
jornada. Y por si fuera poco añadió que igualmente había que tener en cuenta
que su Vice-Hermano Mayor había estado de baja durante la Cuaresma y que eso
también influiría en las pocas personas con que la Hermandad iba a contar para
hacer estación de penitencia. Por supuesto imaginamos que el hecho de no
superar la veintena de penitentes durante todos los años en que la Hermandad
salió el Jueves de Pasión no sirve en absoluto para explicar que el número de integrantes del cortejo en el
presente viniera a ser aproximadamente el mismo que los pasados.
No
haya nadie que ponga pie en pared para cortar con las incorporaciones de
algunas imágenes de muy dudosa calidad
que pueden contemplarse en nuestra Semana Santa. Y no hablamos solo de figuras
secundarias. Hay Titulares que hace años que debían haber sido sustituidos
antes de que sus Hermandades empezaran a hacer carrera oficial. Ahora, claro, a
ver quién es el valiente que le pone el cascabel al gato.
La insignia más valiosa
que algunas Cofradías presenten en sus cortejos sea el dichoso cojín con la
corona de espinas. ¿Para cuándo una comisión artística conformada por personas
que sean capaces de cambiar esto? Habrá, no obstante, quien no le de
importancia a detalles “nimios” como estos. Y del mismo modo habrá quien
considere que las Juntas de Gobierno son soberanas para poner en la calle lo
que deseen sin ser supervisadas ni tuteladas por nadie. Pero claro, se empieza
por no dar importancia al cojín, se pasa la mano a cruces de guía sin ningún
mérito artístico que no sirven ni para anunciar el inicio del cortejo de la
Cofradía (porque no llegan a medir ni un metro y no se ven a distancia) y al
final acabamos con los pasos de marquetería con rieles a la vista y… ya saben.
Un antiguo Presidente de
la Agrupación de Cofradías aparezca en un canal de televisión autonómico hecho
un auténtico energúmeno criticando a la actual Junta de la Agrupación porque la
altura del palco de la carrera oficial situado frente a su negocio impidiera la
visión de las Cofradías desde el interior del mismo. Independientemente de que
esta persona en cuestión lleve o no razón –que puede ser discutible considerando que las alturas de los palcos no
era homogénea– lo que es seguro es que esa no parece una actitud nada
responsable por parte de alguien que en su día presidió la Agrupación.
La información que
aportan los itinerarios de la Agrupación contengan año tras año tantas
imprecisiones sobre la historia de la Cofradías, las restauraciones de los
Titulares, etc. ¿No hay nadie que se preocupe de hacer bien esta tarea en la
Agrupación? ¿Y en las Cofradías tampoco hay quien se moleste en remitir
corregida la información correcta y actualizada a la propia Agrupación?
Vírgenes Coronadas a las
que se les presume una devoción popular inmensa salgan a la calle en rosario
vespertino y no solo no haya público congregado en su transitar por las calles,
sino que el número de agentes de policía cortando el tráfico sea mayor que los
miembros de la Hermandad que la acompañan. No es exageración. Se pudo ver hace
menos de un año, cuando la Hermandad en cuestión llevó a sus Sagrados Titulares
a Santa Marina.
Entre la relación de
estrenos de una Cofradía bastante potente de la ciudad constaran –es verdad que
hace ya bastantes años– unos llaveros con el escudo de la propia corporación
los cuales habían sido repartidos entre sus costaleros. La cuestión de fondo –muy grave más allá de lo irrisorio de la anécdota en sí–, tratada de hecho por el redactor-jefe de Gente de Paz esta misma semana, nos lleva ineludiblemente a plantearnos: Dios
mío, ¿en manos de quiénes están nuestras Hermandades?
Marcos Fernán Caballero
Recordatorio Candelabro de cola: Antología del despropósito (Acontecimientos cofrades de difícil justificación)