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miércoles, 27 de agosto de 2014

Las mejores obras de la Semana Santa: Los diseños según Sánchez de los Reyes


Continuamos hoy en serial que comenzamos hace unas semanas para conocer, de manos de los artistas, las mejores obras de la Semana Santa de Sevilla. Hemos conocido la opinión de bordadores y de imagineros. Pero, ¿y los diseñadores? Tan importante es en una obra de arte una buena ejecución como un buen diseño. Por eso, hoy conocemos cuáles son las mejores obras de la Semana Santa para Javier Sánchez de los Reyes.

Javier trabaja para multitud de hermandades, tanto de Sevilla capital como de su provincia y de fuera de ésta. Su obra más importante hasta el momento es el diseño del colosal retablo que envuelve al Cristo de la Expiración de la Hermandad del Cachorro. También ha realizado para la Esperanza de Triana el diseño de la túnica morada del Señor inspirada en la que tuviera de Rodríguez Ojeda. Igualmente para la corporación de la Madrugada diseñó la saya de la Virgen que se estrenó con motivo del 25 aniversario de la Coronación Canónica. Y una obra más a destacar, la túnica bordada del Señor de San Gonzalo.

Avalado por esta trayectoria, que no ha hecho más que empezar, ¿cuáles son las mejores obras en diseño de la Semana Santa para Javier Sánchez de los Reyes?

Un manto. Es difícil elegir entre tantas joyas. Si tuviera que escoger uno me quedaría con el manto de la Virgen de la Merced de la hermandad de Pasión. Diseñado por Carmen Campmany es tremendamente original porque aunque utiliza una composición inspirada en Juan Manuel, rompe al utilizar como elemento fundamental el cardo. Eso es toda una alegoría, esta planta es la más simbólica de la Pasión de Cristo y precisamente la autora del dibujo busca representar en el paso de palio de la hermandad de Pasión esa planta. De los mantos perdidos, una auténtica lástima el perdido de la Carretería. Era una auténtica joya.

Una corona. En diseño, la corona que revoluciona el estilo y que influye en las demás es la de la Esperanza Macarena. Pero personalmente me quedo con la de la Amargura. Es la más difícil de dibujar y de ejecutar. Es una joya enorme, de grandísimas dimensiones, pero que está diseñada tan bien que no parece grande sobre la imagen. Su ráfaga parece un círculo pero realmente no lo es, se recoge al acercarse a la Virgen. Es impresionante, en tamaño, en diseño y por supuesto en ejecución.



Un paso de palio en conjunto. El más unificado es el de los Negritos. Lo diseñó Juan Miguel Sánchez, con una orfebrería que ahora se ha modificado algo. Pero en conjunto el paso al tener un diseño tan unitario se convierte en muy característico. Ocurre lo mismo con el paso de la Virgen de la Angustia de los Estudiantes. Al ver cualquier pieza del paso de palio todo el mundo reconoce que es de la Virgen de los Estudiantes.



Una túnica. La túnica de Olmo del Nazareno del Silencio. Tiene un diseño dificilísimo, muy pequeño, geométrico. Es además tremendamente elegante, y muy innovador para su época. Tiene un final espectacular sobre la imagen. Otra túnica genial es la de los Cardos del Señor del Gran Poder. Tiene un diseño adaptado al 100% a la imagen del nazareno, está pensada teniendo en cuenta la zancada del Señor y eso es realmente difícil.


Una saya. Me quedo con la conocida como de los soles de la Virgen del Valle. Ahí se cumple lo de “menos es más”. Tiene un diseño muy simple, pero es tremendamente elegante. El efecto de los soles es fantástico, pese a su sencillez.


Un paso de cristo. Es muy difícil. Los pasos de los Bejarano son auténticas joyas. Pero quizá en conjunto me quedaría con el de la Quinta Angustia. Lo diseñó un pintor, apostando por una combinación de materiales desconocida en la época. Combina la madera con el bronce y lo hace de forma totalmente adaptada al misterio que va arriba del paso. Está pensado para eso. Característico también de este paso es que el autor lo concibe con poca luz. Es un misterio que representa una escena en la que se quiere resaltar la oscuridad. Otro paso singularísimo es el de la Soledad de San Lorenzo, que el autor lo concibe lleno de luz, al contrario que el anterior. Además del simbolismo que aporta el hecho de que esté cuajado de azucenas.












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