Fray Ricardo del Olmo, nacido el día 1 de octubre de 1946 en Córdoba, fue el pregonero del Cincuentenario de la Hermandad de la Paz y Esperanza.
Ingresó en la Orden de los Capuchinos el 4 de octubre de 1967, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Profesó los votos solemnes el 13 de Junio del setenta y cinco en Antequera, cantando su primera misa el día 8 de diciembre del mismo año, en la Iglesia de San Pablo (Córdoba) ante la Virgen del Rosario, coronada años más tarde.
Fray Ricardo fue nombrado Consiliario de la Hermandad de la Paz el día 3 de noviembre del setenta y seis, en una etapa en la que profesa todo tipo de mimos y una entrega absoluta a la Hermandad. Dona, entre otras muchas cosas de suma importancia, un resplandor para la Virgen, dos sayas, y dos mantos de camarín, consiguiendo que el matrimonio Chacón Mejías-Sánchez, done para la Señora una corona de metal plateado.
Un artista de gran sensibilidad, es una de las frases con las que se puede catalogar a Fray Ricardo de Córdoba. Diseñador, vestidor, dibujante (entre bocetos y dibujos de enseres, mantos, palios, tocas, estandartes, etc), todo eso fue Fray Ricardo para la Hermandad de la Paz.
Pregonero de la Semana Santa del año ochenta y tres, uno de los pregones más brillantes que se recuerdan, que tuvo lugar en el Círculo de la Amistad.
Son imborrables las charlas y ratos de recogimiento, que tanto con los costaleros del Paso de Misterio, como de Palio, mantenía Fray Ricardo antes de los ensayos, las salidas procesionales, y siempre que tenía oportunidad de poder inculcar a los más noveles y no tan noveles, el profundo amor por los Titulares.
Tal era el cariño que las cuadrillas le profesaban, y él a las mismas, que la cuadrilla de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza le rindió un pequeño homenaje por su entrega y amor común hacia la Señora, en la salida procesional del año 1.990.
Eran las 20:30 del día 20 de enero de 1.990, en un escenario que presidían las fotografías de los Titulares de la Cofradía, cuando, tras la presentación brillante de Don Rafael Zafra León, inició Fray Ricardo el Pregón del Cincuentenario.
Fue un Pregón perfectamente estructurado. Ocupó el preámbulo del Pregón, en recalcar a Córdoba la necesidad de la creación de la Cofradía de la Paz, haciendo referencia al momento de su fundación, que recordemos, fue a la finalización de la Guerra Civil.
El Pregón, se baso en un mensaje de Paz a los aires de Córdoba, con una lucida prosa entrelazada con emotivos versos hacia, como no, los Titulares, Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, y Nuestra Señora de la Paz y Esperanza.
El pregón, realizado en el Salón de Actos del Centro Cultural de CajaSur, ante un numerosísimo público, pudo ser también escuchado por la Cadena Cope y un circuito cerrado de televisión, proyectado en diferentes salas.
Don Salvador Hurtado, entonces Hermano Mayor (con mayúsculas, si me lo permiten), tras la conclusión del acto del Pregón, en la cena de Hermandad, rindió en nombre de todos los hermanos de la corporación el homenaje al pregonero, que emocionado, agradeció el gesto de cariño que ofreció a su madre, sentada a su lado en la mesa presidencial.
A los setenta y cinco años, Fray Ricardo, ahora en el Convento Capuchino de Jerez, no sabemos si podrá asistir, si lo habrán invitado a la salida de mañana, pero lo que si sabemos que a buen seguro, muchos, de los mayores seguramente, se acordarán de aquél que tanto dio a la Hermandad de la Paz y Esperanza, al Señor de la Humildad y Paciencia, y sobre todo, el cariño que siempre derramó por esa “Reina de la simpatía”, ese “Sol que agavilla”, la “Niña de las niñas”, esa “Hechicera”, “Estrella peregrina”, que para él, era su Paz, la Paz y Esperanza que allá pregonara, hace ahora veinticinco años.
Fernando Blancas Muñoz