Reproducimos a continuación la excelente entrevista realizada por Esteban Romera para Pasión en Sevilla al Profesor Juan Manuel Miñarro, tras la reciente conclusión de la restauración realizada a la Virgen de la Encarnación de la hermandad de San Benito. Una interesante entrevista que merece la pena leer con detenimiento. No pierdan detalle.
La Virgen de la Encarnación de la hermandad de San Benito ha vuelto a su sede canónica tras un proceso de restauración llevado a cabo en el taller que regente Juan Manuel Miñarro. Las críticas sobre las labores llevadas por este profesor han sido muy favorables y la dolorosa del barrio de la Calzada se encuentra resplandeciente tras estos meses fuera del culto ordinario.
La Virgen de la Encarnación de la hermandad de San Benito ha vuelto a su sede canónica tras un proceso de restauración llevado a cabo en el taller que regente Juan Manuel Miñarro. Las críticas sobre las labores llevadas por este profesor han sido muy favorables y la dolorosa del barrio de la Calzada se encuentra resplandeciente tras estos meses fuera del culto ordinario.
Estuvimos con el profesor Miñarro destapando tras una larga conversación algunas claves de este proceso restaurador y sobre el estado actual de la restauración de imágenes de carácter devocional.
(P) ¿Qué ha supuesto en su carrera la restauración de la Virgen de la Encarnación?
(R) Para mi todo nuevo trabajo es un tremendo desafío que lo afronto con la decidida voluntad, de que me conduzca a cimas más altas en el conocimiento de los procedimientos y el en nivel técnico necesario para un perfecto desarrollo de los tratamientos con el nivel de rigor y excelencia que la obra se merece. Pero éste ha sido uno desafío de los más apasionante a los que me he tenido que enfrentar en los últimos años. Y por supuesto mi oportunidad pasó, llegó el trabajo a su término, y tuve que devolverla a su barrio; seguidamente los resultados se hacen público. Ahora sencillamente a esperar que el tiempo, que es un juez más sabio en estos menesteres aunque no sentencie de inmediato, al final dará la razón consagrando o no los resultados.
(P) ¿Ha sido un proceso difícil de ejecutar? ¿Alguna característica especial del mismo?
(R) En restauración difícil es todo, hasta el más sencillo de los tratamientos. Puesto que siempre exige rigor y precisión técnica y artística. Precisión técnica que se debe basar en un amplio conocimiento multidisciplinar y artística que se debe basar en un nivel extremo destrezas y sensibilidad. Por lo menos así es como lo entiendo, lo defiendo y transmito a mis alumnos.
(P) ¿En tan mal estado se encontraba esta dolorosa?
(R) La imagen no estaba para nada en un estado tan critico que exigiera ningún una intervención de urgencia debido a su estructura física. Pero tampoco le voy a decir que presentara un estado de conservación óptimo. El paso del tiempo siempre hace su trabajo en todo objeto físico que tiene un uso o función, y que además es una obra "polimatérica" como es el caso de la imaginería. Lo que si le puedo decir es que durante la última década los problemas de conservación que presentaban la dolorosa han estado siendo muy controlados, ya que gracias al celo de las diferentes junta de gobierno, la he estado siguiendo de cerca y por ello los responsables conocían muy bien la situación del estado de conservación e incluso ya tenían un pronóstico de cómo podrían evolucionarían con el paso del tiempo. Hasta que llegó el punto, en el cual vimos que había llegado el momento de tomar una postura activa que requería tomar la decisión de intervenir, ya que algunas de las alteraciones habían aumentado el ritmo de cambio de manera exponencial.
Resumiendo, que todo lo que evolucionaba negativamente en la imagen; todas las zonas inestables que parecían desprenderse o que se volvían mas oscuras y crispadas, solo se trataban de materiales ajenos al soporte, de repintes superpuestos o de películas de barniz y suciedad. En definitiva, todo aquello que se le había ido añadiendo a lo largo de las numerosas intervenciones conocidas, que van desde la primera registrada en el año 1773, hasta la ultima acontecida en el año 1984; constituyendo en conjunto una vida material muy compleja que nos ahora tocaba investigar para comprenderla en toda su dimensión y en todas sus vertientes.
(P) ¿Se encuentra satisfecho con el trabajo realizado?
(R) Muy satisfecho. Se lo digo sin la más mínima duda. Nada nos hemos dejado en el tintero, nada sin profundizar. Me consta la excelencia del trabajo desarrollado por mi equipo y por los colaboradores externos. Lo hemos dado todo: experiencia, conocimiento, técnica, reflexión y decisión. Pero también algo muy necesario: una gran dosis de corazón y de entusiasmo.
(P) ¿Se han podido conocer en el proceso de restauración algún dato singular como la autoría o datación de la imagen?
(R) Datos singulares muchísimos. Ha sido muy excitante el estudio material de la obra a pesar de su simplicidad, pues no estamos hablando de una talla completa, como la de un crucificado. Sin embargo, han sido muchos los descubrimientos y los datos que nos ha aportado la investigación física y analítica; tanto sobre aspectos constructivos originales, como en los referentes a las transformaciones sufridas por la obra y que ahora tenemos las posibilidad de situarlos dentro de una marco temporal. Incluso para el origen de la imagen podemos decir que tras la intervención, ya tenemos por los menos un marco temporal plausible que acaba con patrones establecidos. Aunque aun nos falta el autor y algunos detalles más de los cuales no puedo decir nada. En principio, porque la investigación no ha terminado y también porque aun no he rendido cuentas a los hermanos de San Benito, que son los que deben conocer de primera mano estos detalles, que explicaré en la conferencia y en la exposición que tenemos previsto hacer.
(P) ¿En una restauración qué porcentaje debe tener el proceso de investigación de la talla?
(R) El suficiente para que la obra quede comprendida en todas las vertientes posibles. Sin la seguridad de un conocimiento completo, una comprensión profunda del hecho artístico, es imposible trazar un programa riguroso de intervención. Pero todo no es el cientifismo, también tenemos que ser capaces de interpretar bien y contrastar todos los datos que nos ofrezcan las disciplinas y las ciencias auxiliares, puesto que si el diagnostico no es correcto, por mucho medio científico que se utilice, tampoco llegaremos a buen puerto. Y siempre lo digo porque me parece obvio que para la correcta interpretación, para el diagnostico, es necesario saber de técnicas y procedimientos de la escultura tanto o mas que un escultor. Y lo digo a través de un ejemplo llamativo: quien no sabe como funciona un motor difícilmente será capaz de repararlo para que cumpla todas sus funciones.
(P) ¿Qué reacción ha palpado de los fieles y devotos de esta imagen tras pasar por su taller?
(R) Creo que muy favorable, aunque no viví en primera persona la presentación de la imagen en la parroquia. Pero mis sensaciones se derivan de la observación de las reacciones de los miembros de la comisión de seguimiento y de la junta de gobierno. De las expresiones calladas detectadas durante las visitas del seguimiento continuo de los trabajos y las correspondiente explicaciones que les ofrecía en cada una de ellas. Era normal detectar cierto estado expectación, natural a la espera de los resultados finales, pero la expectación se fue transformando en entusiasmo en la misma medida que nos acercábamos al final del proceso.
(P) ¿Por qué motivo no va al templo de una nueva imagen suya o restaurada tras el proceso de ejecución?
(R) Lo tengo muy claro. En ese momento los protagonistas tienen que ser la junta de gobierno, los hermanos y sobre todo la imagen. Hay que saber pasar a segundo plano. Aunque a veces lo que no puedo evitar son los actos de bendición de una imagen nueva.
(P) ¿Es importante explicar el proceso restaurador a los hermanos de San Benito o sólo dar cuenta a la junta de gobierno o comisión creada a tal efecto?
(R) Es muy importante dar una explicación abierta y hacerlo con la necesaria claridad para no dar pábulo a interpretaciones erróneas, fantásticas o tergiversadas. La verdadera dimensión de un trabajo de restauración y el nivel de compromiso que ambas partes adquieren, se entiende y se valora objetivamente si se comparten y le quitamos la etiqueta de misterio: asunto reservado para no herir sensibilidades. La divulgación es conocimiento y el conocimiento nos hace más libre y juiciosos. Tenemos que valorar y querer a nuestras imágenes desde la racionalidad.
(P) ¿A qué nivel se encuentran en la actualidad los talleres y profesionales que se dedican a realizar los procesos restauradores sobre imágenes cofrades?
(R) Creo que precisamente en Sevilla hoy en día existe un buen nivel en cuanto a la restauración especifica de las imágenes que se refiere. Al menos, contamos con talleres bastante más acreditados en que otras partes de Andalucía. Independientemente de que me preocupe especialmente el futuro de la formación de los conservadores restauradores en general y más respecto a las imágenes procesionales o de culto; y de que algunas veces no pueda evitar tener una postura critica fundamentada (que por deformación profesional no puedo evitar) con algunos resultados de actuaciones realizadas en los últimos tiempos.
Comprenderá que no pueda entrar en valoraciones especificas, por ser parte activa de este campo y no poder actuar libremente de manera extrínseca. Mi sentido de la ética no me permite hacerlo. Pero profesionales destacables sin duda que los hay, de sobra lo sabe por su trabajo periodístico y les consta quienes están en candelero, pero igual que ellos no lo hacen yo tampoco nominare a nadie, quizás por el mismo motivo que ya antes comentaba.