El Consejo Local de Hermandades realizó modificaciones para no tener que suspender un evento que se había calificado como “histórico”
Un día histórico que no podía dejarse pasar. Desde el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Arcos y el Ayuntamiento lo tenían claro y decidieron hacer todo lo posible porque la esperada y anunciada Procesión Magna, con motivo del 750 aniversario de la restitución del culto cristiano, se convirtiera en una realidad, para lo que tuvieron que hacer muchos cambios sobre la marcha.
Los traslados de los seis pasos que iban a participar en la misma se dejaron para última hora, poniéndose en marcha a partir de las 17.00 horas, y la Solemne Pontificial se decidió celebrar en la Basílica Menor de Santa María de la Asunción. La lluvia no terminaba de dar tregua en las horas previas al evento pero las previsiones para la tarde no eran malas y desde el Consejo decidieron esperar para salvar un evento que llevaban meses esperando. La salida del Cristo de la Buena Muerte sí que se suspendió, ya que el mismo sólo iba a presidir la misa en la calle.
Finalmente, pasadas las 19.30 horas, la Plaza del Cabildo vio como el esperado desfile se puso en marcha. El cortejo lo abría la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas y la Cruz de Guía del Consejo, siguiendo con diferentes tramos en torno a las imágenes del patrón San Miguel, María Auxiliadora, el Dulce Nombre vestido de corregidor, el Cristo de la Vera Cruz, el venerado Nazareno y la patrona la Virgen de las Nieves. Cerrando el desfile la Banda Municipal de Música Vicente Gómez Zarzuela.
La procesión cubrió parte del Casco Antiguo, hasta adentrarse en la calle Corredera; el centro de la ciudad; y la zona de la Plaza España, Paseo de Andalucía y Parte de Muñoz Vázquez. Posteriormente, sin pausa, los pasos iniciaron el camino de vuelta a sus diferentes templos.