En la noche del 17 de diciembre tuvo lugar la igualá para la salida extraordinaria de San Juan Bosco por el 200 aniversario de su nacimiento que se celebrará el próximo 31 de enero de 2015. Como bien es conocido, las hermanas costaleras tomamos una gran participación en la casa salesiana. Nosotras queríamos formar parte de este acto extraordinario ya que no solo somos costaleras de la Señora, tenemos un sentimiento por cada uno de los componentes de la casa salesiana.
La convocatoria fue publicada en diferentes redes sociales pero las chicas teníamos la incertidumbre sobre si seriamos acogidas por el cuerpo de capataces que ha sido nombrado. Algunas de nosotras nos acercamos para hacerles saber que queríamos que contaran con nuestra ayuda y se nos tuviera en cuenta en un día tan importante para la casa. Nos sentimos defraudadas por la respuesta que recibimos por parte de estos capataces. Es cierto que solo fuimos 10 las costaleras que pudimos asistir a dicho evento aunque éramos más de 20 las que queríamos participar, nosotras no fuimos avisadas directamente a diferencia de muchos de los chicos que allí se encontraban.
Dichos capataces se defienden diciendo que no saben nuestros teléfonos pero existe una base de datos gracias a la cual pueden comunicarse con nosotras. Les preguntamos si cabía la posibilidad de realizar una igualá otro día en el que todas podamos asistir y ellos presentan su negativa incluso a igualar al resto el día del primer ensayo. Son muchas las excusas que nos ponen para decir si podríamos o no salir. Otra excusa de estos caballeros podría ser que, uno de los requisitos para poder participar ese día era la adaptación al paso, nosotras ya hemos sacado el paso puesto que sería el mismo de María Auxiliadora y éste está adaptado pero nos indican que van a mover las trabajaderas para adaptarlas a los chicos.
Esto me hace preguntarme, si se van a mover las trabajaderas para ellos, ¿entonces solo las chicas tenemos ese requisito? Aún así existen suplementos corridos para quitar y poner como alguna vez ya hemos usado. Dimos todo tipo de soluciones a los supuestos inconvenientes que ellos nos relataban, llegamos a pensar que ni si quiera han barajado la posibilidad de nuestra participación en este acto.
Finalmente, con este escrito quiero, en nombre de mis compañeras, manifestar la decepción que nos hemos llevado. Esta decepción viene por parte del cuerpo de capataces que no ha puesto interés en incluirnos y por parte de nuestros compañeros costaleros que reían por la situación en la que nos encontramos manifestando aires de superioridad. También quería agradecer el trato recibido por el pastoralista y el director de la casa quienes nos han escuchado y entendido en todo momento. A ellos, de verdad, gracias.
Belén Diéguez Cantueso
Costalera de María Auxiliadora