Suspira el querubín pidiendo indulgencias por las mentiras de los cofrades. Sabe que cuando es sí es no y viceversa. Y cuando ponen condiciones es un sí vestido de falsa dignidad.
Recuerda la sonrisilla del Ángel a una hermandad, flanqueada por su vasta historia, que puso condiciones a la Magna en público, mas antes, su antiguo regente, a la pregunta de un prelado dio un por supuesto.
La carcajada del querubín sube de volumen cuando recuerda un cercano NOOOOO público. Tan rotundo que ahora se plantean sus directivos sacarle la espina sacra al hombre del alzacuellos que delega en su sotana los asuntos cofrades. Puede que el NOOOOOO fuese mentira o una verdad frustrada, si al final en su cabildo de invierno salta en el orden del día y para sus hermanos "Regina" un SÍIIIII.
Joaquín de Sierra i Fabra
Recordatorio El Suspiro del Ángel: Copiar por amor al arte