Raquel Medina. Se acerca la Festividad de la Inmaculada y los rocieros ya estábamos inquietos, sabíamos que en cualquier momento, Nuestra Madre, María Santísima del Rocío, amanecería vestida de color cielo. El color asociado a la Inmaculada.
Fue la pasada madrugada cuando las camaristas cambiaron de ropa a la Virgen, poniéndole la saya de color celeste con rostrillo a juego, que fue encargado por la propia Hermandad Matriz, en 1986, a los Hermanos Benítez, y que posteriormente fue pasado a una nueva seda del mismo color por José Manuel Vega, el año 2011.
El juego de ráfagas de punta de martillo, corona y media luna de plata, fue realizado y donado por Joaquín Castilla en el año 61.
Completa el atuendo de la Blanca Paloma, las margaritas en color rosa que adornan su saya.
El Pastorcillo viste igualmente, saya de color celeste a juego con el de la Señora.